viernes, 17 de febrero de 2012

NUEVAS PROSPECTIVAS EN EL ABORDAJE DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR


XV      SEMINARIO LATINOAMERICANO DE TABAJO SOCIAL
NUEVAS PROSPECTIVAS EN EL ABORDAJE DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR
Ciudad de Guatemala, Julio 11 al 14 de 1995
  BEATRIZ MARIA MOLINA VELEZ
ANGELA MARIA QUINTERO VELAZQUEZ

GRUPO FAMILIA Y GENERO
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
MEDELLIN 1995
 PRESENTACION


Los avances científicos de las últimas décadas del presente milenio, exigen un replanteamiento en el ánalisis  y compresión de los cada vez más complejos, procesos individuales, familiares y socio-culturales.

Este trbajo pretende analizar la violencia intrafamiliar, no solamente como una expresi´ón más de un fenómeno global y consetudinario a las relaciones humanas, sino como una situación que compromete todas las esferas desde lo íntimo, privado, hasta lo público, en procesos circulantes que integran y relacionan lo individua, lo familia y lo social.

Para los profesionales de las Ciencias Sociales y todas aquelas que de una u otra manera trabajan en torno al bienestar del hombre, el nuevo paradigma del conocimiento, convoca a  acciones interdisciplinarias, intersectoriales e interinstitucionales que aborden la totalidad y la interrelación de los elementos constitutivos de la violencia intrafamiliar.

Atendiendo no solamente los niveles asistenciales, clínicos, sino las nuevas perspectivas educativas y preventivas, que conllevan  características universales pero que se proyectan al caso particular del medio colombiano, como un exponente del contexto latinoamericano.

La importancia del tema y la exigencia de abordarl en la formación profesional de pre y posgrado, introduciendo las dinámicas y cambiantes condiciones familiares y sociales, es algo reiteratico e invita a seguir investigando sobre el tema, desde sus múltiples posibilidades.

1. NATURALEZA DE LA VIOLENCIA

Más que una definición o un concepto puntual, la  Violencia da cuenta de un conjunto de fenómenos que pueden o no tener manifestaciones agresivas o traumáticas. En este sentido se entiende, como una forma de relación entre los humanos, una especie de lenguaje de la fuerzam donde se sustituye un tipo de relación por otra, caracterizada por
la agresividad, la irracion alidad, la  desigualdad del poder 1 .

 Es todo aquello que desvaloriza la dignidad de la persona y la afecta en su integridad física, psicológica y  emocional. Recorre toda la pirámide social y los sectores de la población: hombres, niños, ancianos y mujeres. Se expresa de múltiples maneras, por lo cual es pertinente hacer una contextualización general desde las Ciencias Sociales y luego derivar al análisis particular de la  Violencia intrafamiliar.

1.1   Características de la violencia.

La universidad y constante histórica son lementos constitutivos de la Violencia: “Los  impulsos violentos existen en   todas las sociedades  encuentrasn diferentes formas de expresión . . .  Las sociedades crean instituciones son los medios a través de los hombres en ellas, las instituciones son los medios a través de los cuales se ejerce la violencia sin  que ésta tenga por efecto la disolución del vínculo cocietario 2 .

Fenomenológicamente es diferente de la agresividad, entendida esta como un aspecto innato en el hombre y necesario para madurar, desarrollar e interactuar en las distintas esferas de la vida cotidiana. La esencia de la violencia  es universal: en tanto es una actuación de la agresividad, todos estamos en posibilidad de ser violentos.

La violencia se instala como un ejercicio del poder, en una  relación basada en la bipolaridad dominante-dominado, pero que en  procesos circulantes invierte los papeles y aún los más débiles pueden asumir expresiones violentas.

Qué elementos identifican la Violencia?

- Supone negación, limitación o eliminación de un derecho del otro.

- Es una variable histórica, que acomaña el devenir humano.

-  Es múltiple: Con elementos estructurales como el marginamiento. la riqueza, la pobreza , el machismo.

Con estas anotaciones se quiere resaltar su naturaleza, de realidad transformable,  no como  un fatalismo del hombre, sino como algo consetudinario de las relaciones sociales y presente en las diversas formas de organización. Por lo tanto es susceptible   de transformarse de acuerdo a determinates de diferente tipo: económico sociales, la políticos, ideológicos.

Su dimensión histórica, determina una presencia en el mundo contemporáneo que la hace intrínseca al acontecer diario, “ asistimos por lo tanto a una cotidianidad signada por el  privilegio de la violenvia, la cual ya no se considera como un evento o un hecho contingente, que irrumpe bruscamente sino como una referrencia diaria. Se presenta un cambio en los códigos de relacionamiento al  incorporar la violencia en las representaciones colectivas como afirmación del  mundo, como paradigma explicativo de la  identidad  social y como alternativa de subsistencia”3

Desde otra perspectiva se puede entender la Violencia como una forma de socialización,     que supone unos presupuestos culturales y legalizarla. En razón de lo cual se ha recurrido a ella para producir sujetos que buscan:

- acallar las posibilidades comunicativas

-  sacar de la escena al diferente

- disciplinar gestos, posturas.

En un sentido genérico , la violencia es toda acción implícita o explícita que busca aniquilar la singularidad. lo que conlleva el concepto de lo íntimo, privado y lo público, en tanto el  sujeto público violento, ha sido formado en lo  privado.

De igual manera en las relaciones afectivas, que son la máxima representatividad del sujeto, se puede desconocer la singularidad psicológica y esto da cuenta de una manera notoria en las parejas que establecen condiciones desiguales e inequitativas e su intercambio  erótico-afectivo.

Esto permite introducir otro elemento de análisis, en tanto no siempre hay correspondencia entre las expresiones de violencia en el ámbito  privado, familir, intimo y el espacio público, extrafamiliar. Encontrándose sujetos que son violentos en uno de los dos espacios, pero en el otro tienden a la sumisión o actitudes pasivo-agresivas.

En términos de la perspectiva comunicacional, uno de los modelos de la Violencia tiene implícita  una relación complementaria, donde siempre hay una persona sumisa, dominada y otra dominante, con manejo de la jerarquía y  la negación de una de las partes interactuantes , un modelo con características similares se da a nivel macrosocial.

Desd un referente  económico la violencia “Es . . . una expresión de las relaciones sociales que caracterizan la interacción humana en el contexto de la sociaedad cpitalista propia de nuestro tiempo y espacio, conducentes por lo tanto a comprenderla como expresión de ésta y no como algo disfuncional  o anormal que está afectando su funcionamiento 4.  

Lo que le confiere una dimensión compleja, multicausal y polifórmica, que compromete todos los sectores de la sociedad y establece una relación intrínseca entre los procesos individuales, familiares y socioculturales. En una contextualización económica y psicológica del fenómeno, que va más allá del registro de actos violentos.


1.2   Clasificacion   general  de  la  violencia.

Las modalidades que asume la Violencia se establecen según su grado de severidad (alta, media  o baja), hasta su frecuencia o la repetición de actos  violentos.

- Violencia sutil, sistemática e individual:  caracterizada por una desatención de las necesidades básicas, una deprivación de las necesidades biológicas, emocionales y sociales de los individuos.
Expresada en acciones como:
        Explotación de la capacidad de trabajo, maltrato de palabra y de obra (agresión verbal) y la intimidación o coacción.

- Violencia física: asociada  a la muerte o a  la morbilidad, con la presencia de trauma físico que amerita consulta médica. Este tipo de violencia es la que más registra, pues en su gran mayoría está asociada con atención clínica y demanda legal o de protección ante inspecciones, comisarías o juzgados.

La diferencia básica entre estsas dos formas está en su expresión, siendo la primera menos directa, con mensajes doble vinculares y subliminales, mientras que la segunda es visible, directa, tiene un efecto corporal que requiere protección.

En términos generales la Violencia se dirige a los sectores más vulnerables de la población: niños, mujeres y ancianos y a los individuos con limitaciones físicas y/o  mentales y es más registrada en el área urbana que en el campo: lo que no desconoce su incidencia en el sector rural, agravado por los bajos niveles culturales y educativos.



1.3  Paradigmas de abordaje de la Violencia

Aunque se ha propuesto diferentes alternativas epistemológicas, los tres modelos más utilizados en el manejo del fenómeno son:

- Modelo intraindividual o modelo psiquiátrico: focalizado en las características personales de la violencia. Sus desarrollos vinculan la conducta agresiva con el alcohol , el uso de drogas, la enfermedad mental y otros.

-  Modelo psicosocial:   establece que la violencia puede ser comprendida mediante un cuidadoso examen de las condiciones del medio que ejerce impacto sobre la familia. De igual manera considera las interacciones cotidianas, facilitadoras de la violencia y trabaja el estres y la transmisión de la violencia de una generación a otra.
 -  Modelos socioculturales: es una aproximación del nivel macrosocial al fenómeno de la  violencia intrafamiliar, considerada bajo la óptica de la desigualdad en la estructura social de las actitudes y valores culturales, sus temas  más reconocidos son la teoría estructural funcional y las subculturas de la violencia.

Pero ninguna de estas propuestas por si sola, puede dar cuenta de un abordaje integral, holístico de la Violencia, sino que se requiere elementos de diferentes disciplinas y campos del saber para comprender y abordar en su complejidad el  fenómeno.

 2. APRXIMACION A LA VIOLENCIA EN COLOMBIA

La   multifactoridad de la violencia en su etiología y manifestaciones, se inscribe en la diversidad étnica, cultural y geográfica del medio, exigiendo una  mirada particular de sus diversas expresiones.

En las últimas décadas la violencia ha registrado un considerable ascenco:

En 1960, era la sexta causa de muerte en el país; para 1970 pasa a ser la cuarta y en los 80 se constituye en  la principal causa de mortalidad, siendo el homicidio la primera causa de muerte con más de 30,000 casos al año. Descendiendo el grupo de edades afectados por la vioencia, que se concentra en los infantes, jóvenes y mujeres.Lo que conlleva la reducción de la población joven a breve plazo y una creciente tendencia a la exacerbación mórbida de los actos violentos que conducen a la muerte.

“En el análisis de la realidad colombiana se identifica la década del 90 como una coyuntura  plítica signada por la hibridación de dos  fuerzas: por un lado la construcción de una nueva legitimidad que orienta los pactos de concentración y negociación de los conflictos,y por el otro lado la agudización de las múltiples violencias con la emergencia de otros actores y otras denámicas en todos los escenarios sociales públicos y privados, urbanos y rurales.

. . . Continuamos identificando el alto grdo de la violencia de carácter político, social, cultural y económico. El número de asesinatos de toda índole sigue marcando a la violencia como la primera causa de mortalidad en el país, con implicaciones tan profundas como  el incremento de los años potencialmente perdidos y un cambio forzosos de la estructura demográfica al presentar mayor número de muertes masculinas por factores violentos. Las desapariciones, los secuestros, las extorsiones y la amenaza selectiva se  acompañan de masacres colectivas indiscriminadas y de la emergencia de grupos de limpieza social que, conjuntamente con el incremento de índices de la delincuencia común e inseguridad ciudadana dan cuenta de un sentido de inestabilidad del orden social 5.

Este panorama introduce un elemento fundamental, cual es la condición emocional de la ciolencia, en tanto los resultados no solamente corresponden al orden físico, sino que se ubican en lo afectivo: a nivel de los infantes que sufren la violencia se registra que de cada niño muerto, 15 quedan vivos, pero con secuelas  físicas y mentales.

Otros efectos de orden social tiene n que ver con la orfandad, la viudez o carencia del compañero, la prostitución como alternativa para enfrentar la subsistencia , la maternidad temprana (en  solteras adolescentes( o sin compañero estable, la farmacodependencia y otras opciones de negación y escape de la realidad.

Las últimas investigaciones realizadas por la Sección de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal, señalan la existencia de 600 mil  personas desplazadas durante el período 1985-1994. de las cuales el 71% son menores de 25 años. EL 58% son mujeres, de las cuales el 25% son cabeza de familia.

“Caracteriza esta población el dramático deterioro de la calidad de vida, unido a graves secuelas psicosociales provocadas por los hechos violentos que  motivaron su migración. La salida forzosa y dispersa de los grupos familiares, desde zonas rurales hacia las   cabeceras municipales, y de éstas a ciudades grandes o intermedias, ha dejado una huella dolorosa en cada una de las víctimas”.

A pesar de la connotación violenta que e le ha querido asignaral país , debe entenderse que la Violencia no es patrimonio colombiano, sino que se asume y expresa de diferentes maneras, según la organización socio-cultural  y la coyuntura histórica. Su perpetuación o transmisión,  no otorga de por si la categoria de individuos, grupos o comunidades violentas por naturaleza; esto tiene un sustrato estructural e ideológico.

Las nuevas manifestaciones catalogadas como violentas emergen en el medio como un resultado particular de factores individuales, familiares, socio-culturales y económicos. Este es su carácter dinámico e interactuante, que permite clasificar rápidamente algunas de las violencias reconocidad en las últimas décadas:
Política, guerrillera, grupos paramilitares o autodefensas, común, familiar, sexual, barrial, educativa.

Introduciendo algunos elementos que van a ser ampliamente desarrollados en los numerales subsiguientes, se ubican las diferentes formas de violencia intrafamiliar: maltrato físico, maltrato psicológico )enfatizado en los niños), abuso sexual (que va más allá de la violación), violencia conyugal, negligencia y   abandono, abuso económico.

Las estadísticas en el caso particular del Departamento de Antioquia, el más importante del país, dan cuenta de algunos índices en la violencia intrafamiliar: cada día mueren 15 niños en forma violenta, la más de las veces por accidente domésticos o no referenciados. Presentándose del total de los casos de violencia que se denuncian %42,68 de  violencia conyugal y %34.24 de abuso sexual.


3. INTEGRACION DE PROCESOS INDIVIDUALES, FAMILIARES Y SOCIALES QUE INTERVIENEN EN LA VIOLENCIA
INTRAFAMILIAR
  
El conflicto es un elemento básico del vínculo social. La función de la cultura es la de provocar cambios o modificaciones en su expresión de forma tal que sea posible la convivencia social. Las familias están inscritas en una cultura y expresan y perpetuan valores y  normas.

Cuando nos acercamos a la violencia intrafamiliar nuestro concepto de familia cambia considerablemente de un lugar que da seguridad a uno de incertidumbre.

Desde esta perspectiva la violencia es la aplicación de una fuerza excesiva a algo o alguien con la intención de causar un daño. Es un acto que pretende intencionalmente causar un perjuicio consiga o no su objetivo. Va acompañado de una justificación que depende del agente, del agredido, de la situación en que se realice y el grado en que se permite 7.  Esta violencia se da a nivel de cónyuges, hijos y ancianos, inter o intrageneracionalmente. Existe además una violencia invisible a través del abandono, la negligencia y la ausencia de valoración al otro.

En el abordaje de esta problemática debemos integrar los diferentes paradigmas para tner una visión holística que nos permita plantear alternativas de soluci2n.

3.1  Modelo Sociocultural

Los procesos  sociales que actúan como vectores en la vioencia marital, maltrato a hijos y ancianos podría resumirse en  tres El primero de ellos se fundamenta en nuestra cultura de guerra y sangre transmitida ideológicamente. El segundo se deriva del anterior, pero desde los protagonistas a través de los efectos de las etapas y formas de violencia en la historia individual y familiar de los colombianos. En ete sentido se han heredado unas secuelas de conflicto que se proyectan a la generación siguiente. El tercero hace referencia a algo más general como es la desigualdad de género 1.

La estrecha relación entre violencia y género se vislumbra en diferentes situaciones. Además de las relaciones de pareja, los niñs que han sido testigos de agresiones entre sus progenitores están en un alto riesgo de volverse violentos en sus relaciones futuras. En este análisis hay que entender un sistema en el cual una persona domina y controla y la otra se ubica como víctima u objeto, con la sanción implícita de una cultra.

La violencia se percibe como una forma de relación donde no se dan alternativas diferentes y en la cual para mantener un orden apropiado se establece una jerarquía con diferentes niveles. Hoy en día se pasa de modelos autocráticos a democráticos, con las tensiones que esto genera.

_________________________

1.     Género: “Es la diferencia que existe entre el ser mujer u hombre, como categorías socioculturales”. Jiménez, Blanca Inés y Acosta Humberti. “Identidad psíquica e identidad de género. De la confusión al conflicto”. Grupo Familia, Género y Cultura. Universidad de Antioquía. 1995 (inédito).
  
3.2 Modelo Psicosocial e Interaccional

Para referirnos  a los procesos que intervienen en la violencia intrafamiliar, hay que señalar los patrones de relación que se dan en la pareja con su historia y los ciclos de retroalimentación que la mantienen y perpetuan. El vínculo establecido entre un hombre y una mujer en situaciones de violencia es único porque preserva la conexión después de episodios de agresión. Este lazo es definido por los otros como emfermizo y vergonsozo y por lo tanto permanece secreto. La fuerza e intensidad de estas uniones desafía los mas persuasivos intentos por finalizarla.

Lo más llamativo de este enlace afectivo es la atracción inicial entre las dos personas porque la relación al comienzo se vive como un escape o alivio a las familias disfuncionales de donde provienen. El arrepentimietno del hombre recaptura la lealtad de la mujer porque ella no quiere terminar esa relación sino cambiarla. El remordimiento de él después de un episodio violento la coloca en una posición superior, de ser protectora y de salvarlo. 8.

Existen diferentes ciclos de retroalimentación que perpetuan la violencia. El primero es el llamado relación complementaria hombre dominante-mujer sumisa. El segundo es el de patrón de relación simétrica, el cual coloca a las personas en posiciones más igualitarias con un escalonamiento de acciones y reacciones agresivas.

El tercer ciclo tiene tres fases: elevamietno de la tensión con críticas verbales de la muejr, irrupción de la tensión con agresión física del hombre y alivio de la tensión con arrepentimiento del varón y aceptación de su compañera. Este ciclo supone actores en igualdad de condiciones y debería cambiarse bajo la perspecticva de un hombre responsable de su violencia y una mujer responsable de su protección. El cuarto ciclo es el denomimado frustración-rehabilitación-frustración, en el cual otros sistemas intervienen para llevar a la mujer a salvar y tratar al otro hasta que un nuevo episodio violento la frustra y el ciclo se reinicia.

En este modelo psicosocial hay que incluir otros procesos relacionados como son el maltrato a los hijos y a los ancianos,. Una de las formas de relacionar el abuso entre cónyuges y el que se dirige a los hijos es el de mostrar cómo los  niños que provienen de hogares donde el patrón de agresión entre sus padres ha prevalecido, entran a formar parte de este conflicto de diferente forma: en ocasiones son invitados a participar buscando en ellos  coaliciones para atacar, devaluar o denigrar del otro progenitor, otras veces tratan de proteger o impedir los actos violentos y terminan siendo blanco de las agresiones de sus padres. Estos niñs están en un alto riesgo de replicar este patrón eb otros niveles. Una alternativa para ellos es el abandono del hogar, la vida callejera, el gaminismo o el ingreso a grupos que se vinculan a  la delincuencia.

Sus padres son figuras contradictorias para ellos: temidos y subvalorados por s  violencia y a la vez postulados como  modelos de identificación.

Existe además el maltrato a menores independiente de si han existido agresiones entre sus padres. Se han distinguido diferentes modalidades: el fisico incluye golpes y heridas, resultado de castigos. El psicologico que incluye el trato denigrante, los sarcasmos y el culparlos de las desventuras de los adultos y por ultimo el abuso sexual. Finalmente  esta el maltrato social en el cual los padres no asumen las responsabilidades de la crianza y abandona al hijo total o parcialmente 9.

Las familias con síndrome del miño maltratado  son en ocasiones grupos incompletos, con ausencia de un padre o figura de autoridad o sustituidos por un padrastro o madrastra que abusa de su posición, o uniones volátiles entre cónyuges que no garantizan la creación  de vínculos sólidos. Otra forma es la familia extensa con múltiples figuras de autoridad y donde los conflictos entre adultos se desplazan a los menores. Un ejemplo es la madre que se siente desplazada por la abuela y descarga su malestar agrediendo al niño [AS1] 10.
La  violencia hacia el anciano es otra de las formas de maltrato en las relaciones intrafamiliares. La forma en que se maltrato en las relaciones intrafamiliares. La forma en que se da es fundamentalmente a nivel emocional quedando solos o relegados de la vida de su grupo primario. La familia ha perdido la capacidad para responder por las necesidades de los viejos y el Estado se ha visto incapaz de asumir esas nuevas responsabilidades. Los  viejos pasan a depender de sus hijos y se sienten un estorbo en la casa. Las transformaciones que ha sufrido la familia los llevan a ciertas situaciones de abandono y carencia y se va considerando que la mejor solución es la institucionalizaci2n donde progresivamente se va deteriorando el contacto con sus familiares.

3.3 Modelo Individual

Un análisis de las características individuales de hombres y mujeres quw se envuelven en una relación violenta, completa la visión del problema y permite su perspectiva holística.

La mujer que se ubica en una relación  matizada de agresiones ha sido más estudiada que el hombre. Las teorías tradicionales la definían como una víctima que derivaba beneficios de su posición. Para incluirla en este análisis sin culparla hay que entender porqué quedan atrapadas en situaciones de abuso, la respuesta nos lleva al contexto social en el cual una ideología contribuye a que permanezca en situaciones de peligro. No son personas frágiles ni incapacitadas, son víctimas pero tienen cierto sentido de poder 11.

El hombre que participa en relaciones de violencia ha sido poco estudiado. En general, habn crecido en familias que enfatizan la mayor fortaleza del hombre sobre la mujer y bajo la creencia de no mostrar sus vulnerabilidades, su necesidad de dependencia, de requerir protección y de no manifestar miedo o tristeza. La relación con su padre se centra en parecerse a él, más que a conectarse con él, cediendo o negando sus necesidades afectivas.
La violencia para ellos es una pseudosolución a las contradicciones que vive, especialmente cuando experimenta sentimientos que su cultura y familia consideran no masculinos, como el miedo, la tristeza y sobre todo la dependencia 12.

De esta manera podemos completar un círculo que se inicia en la sociedad en la cual se crea un contexto posibilitador de la violencia  como expresión del conflicto, pasando por la familia en la que se reconstruyen relaciones de maltrato inter e intrageneracional y de estas estructuras surgenn unos hijos que regresan a la sociedad a repetir patrones de agresión en las nuevas familias que constituyen y en las interacciones sociales en las que participan.

A nicvel social no podemos desconocer que se han dado una serie de ideas que actúan a nivel ideológico para justificar la violencia intrafamiliar y que a  su vez impiden su detección, prevención y tratamiento. Se racionaliza su existencia y se evade su sanción con afirmaciones como estas:

La violencia es el resultado de una enfermedad mental y por eso la persona no es responsable.
El alcohol y la droga son la causa mayor de conductas agresivas.
La violencia intrafamiliar es un fenómeno poco frecuente y solo se da en las clases bajas.
A las mujeres les gusta ese tipo de relación y por eso la permiten, además de que algo hicieron para provocar al  otro.
El maltrato emocional es mucho menos frecuente que el físico 13.

3.4 La Violencia familiar en Colombia. Algunos datos estadísticos.

En medio de una violencia generalizada que se ha dado en el país, es importante destacar uno de los pocos estudios que se han hecho en la población general, sobre violencia intrafamiliar.

Del total de mujeres alguna vez unidas en pareja, una tercera parte han sido insultadas (violencia verbal), una de cada cinco fueron golpeadas y una de cada diez fueron forzadas a tener relaciones sexuales. Las razones por las cuales fueron insultadas fueron en su orden: Las labores del hogar, la crianza de los hijos y las relaciones con sus familias de origen. Las causas de la violencia física fueron definidas así: la embriaguez del marido, el mal genio y la infidelidad real o supuesta de ellas o ellos.

Las reacciones de la mujer ante el evento agresivo están apoyadas por los patrones de la cultura ya explicados: el 51% se mostró pasiva y del 49% que respondieron, sólo el 11% acudió a alguna autoridad, el 24% buscó a su familia y el 5% a una amiga.

Para analizar la relación entre el maltrato y el que se da entre los hijos, es interesante destacar los siguientes datos: el 70% de los niños presenció las agresiones. El 47% de las madres creen que esto les producirá trastornos psicológicos y el 24% consideró que ello lleva al menor a tener una actitud agresiva. LA asociación entre estos dos tipos de violencia se capta mejor con esta información: la mitad de las mujeres maltratadas golpean a sus hijos mientras que una tercera parte de las no golpeadas lo hacen 14.

Finalmente se presentan algunas características generales del problema: la violencia intrafamiliar es más de tipo urbano que rural y la respuesta activa de la mujer también se da más en las ciudades. Respecto a la edad y estado civil, las mujeres más agredidas fueron las de 17-18 años y las de 30-39 años y esto se dio más en las separadas o en unión libre.

Esta investigación permite afirmar que la violencia intrafamiliar es un fenómeno frecuente que compromete a todos los miembros de una familia y en el cual un número importante no busca la ayuda adecuada.

4.   BASES PARA UNA ATENCION INTEGRAL DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

La violencia que se vive al interior de una familia está ligada a factores individuales, interaccionales y sociales. En cualquiera de  estos niveles denuncia una carencia en la expresión crativa del impulso agresivonatural e implícito en el ser humano.

La conjugación de factores de diferente índole y nivel invitan a una acción interdisciplinaria en su prevención y tratamiento. A nivel macrosocial hay que promover la reconstrucción colectiva del tejido social con base en la solidaridad y cooperación entre las personas.

En nuestro acercamiento a esta problemática no podemos simplificar su complejidad y multideternismo. La primera tarea es identificar los factores y niveles macrosociales que la generan, alimentan e incluso legitimizan. La investigación en este campo debe partir de un análisis profundo de estas categorías: los estereotipos culturales que determinan relaciones jerárquicas dominio-subyugación entre sexos y generariones; las historias personales de los que fueron víctimas o testigos de violencia, los modelos sociales de relaciones de abuso tomados como pautas de identificación; la carencia de modelos alternativos de enfrentar los conflictos y un análisis cuidadoso de los factores de riesgo asociados a la violencia como el sub y desempleo, el alcoholismo y la farmacodependencia, el aislamiento y marginamiento social y la inestabilidad laboral  15.

El contexto en el que  vive el ser humano propicia ciertas conductas en ciertos tiempos y con determinada dura ción e intensidad. Por eso las variables históricas y culturales deben ser introducidas en su estudio. Desde esta perspectiva es fundamental distinguir entre los factores que la predicen, que la causan y que la justifican.
Todavía no somos exitosos en comprender y frenar la violencia que se da al interior de una familia. Nos falta profundizar en el lazo intenso que caracteriza  estas relaciones y el significado de estas formas de abuso. Si unimos a los científicos sociales y psicológicos con los que legislan y en último término sancionan, tendremos visiones y soluciones amplias e intengrales.

La violencia intrafamiliar es  simultáneamente un patrón asentado en unaq cultura transmitido multigeneracionalmente, un problema psicológico para sus actores en su mundo interno y relacional y un delito. Cómo unir estas dimensiones en su prevención, tratamiento y rehabilitación, es el  gran reto para una sociedad.  16.

La investigación desde los paradigmas holísticos e integrales debe orientarse hacia los factores que predicen e influencian su aparición y desaparición, su intensificación y disminución, su frecuencia y duración.

Los estudios sobre la violencia doméstica deben ser revitalizados bajo estos nuevos postulados:

Existe una influencia de los contextos sociales e  históricos en los científicos y sujeros de estudio.

La ideología visualizada  en valores y creencias influyen en los que investigamos.

La respuesta del Estado y de las instituciones debe integrar las nuevas perspectivas investigativas puesto que los resultados hasta  ahora logrados son parciales e insuficientes. Las personas que acuden a entidades jurídicas, de bienestar social y familiar, o de salud, reciben como respuesta dos alternativas: la separación y la denuncia ninguna de ellas soluciona el fondo del problema y sus vertientes.

Es imposible separar los roles de investigador, terapéuta y agente de control social. En todos ellos debemos ser conscientes de cómo mediamos, desafiamos o afirmamos nuestros vínculos y los de las personas con las que trabajamos a a los valores de una sociedad, a  las conductas aceptables y a las expresiones apropiadas de sentimientos.

La creación de roles a nivel de investigación e intervención entre los sistemas político-legales, los de salud y bienestar social y familiar y las familias podría abrir la puerta a un abordaje integral de la  violencia intrafamiliar. Un enlace de todas las áreas con la identificación de familias en riesgo, servicio de apoyo y ayuda a padres, líneas telefónicas de urgencias, centros de ayuda legal, comités de prevención de la violencia, refugio para las víctimas centros de atención a los agresores, deben actuar integradamente sin desconocer que también se requiere la ayuda terapéutica en los casos que lo ameriten.

“La sociedad del futuro requiere de una familia formadora de nuevas identidades de género,de una ética solidaria y de relaciones con las generaciones y el vecindario como entorno transicional frente a lo público, a lo colectivo, a  lo urbano, regulada por el respeto, la tolerancia y la diferencia. Esto implica pensar la familia de una manera diferente, o sea, romper con el esquema tradicional de familia nuclear y convencional para dar paso a su recomposición, fundamentada en nuevos referentes o conceptos sobre los géneros, los valores éticos, las relaciones generacionales, las relaciones de pareja, la socialización y las relaciones con la sociedad (vecindario, barrio, ciudad). Este planteamiento significa trascender el espacio doméstico y de estructura familiar para comprender el significado de las relaciones familiares dentro de nuevos espacios, tiempos, distancias y acercamientos que deben constituirse en el nuevo simbolismo de la familia urbana. Con esto nos estamos refiriendo a que la sociedad, la cultura y la institución familiar deben ir evolucionando hacia formas menos convencionales de convivencia y de participación social, para convertir la experiencia de la vida diaria en algo más gratificante y civilizador”. 17.

Violencia, democracia y derechos humanos parecen constituirse en el eje de una reflexión colectiva, que intenta construir una nueva identidad social correspondiente a la coyuntura política  propia de estos ultimos años y a la responsabilidad frente a formas alternativas de convivencia ciudadana y familiar.

“Para hacer efectivos  este requerimiento la buena voluntad no es suficiente. Se necesita con urgencia la legitimidad del Estado y el compromiso de todos y cada uno de los integrantes de la sociedad, independientemente de su condición socio-económica, de género, de edad, de etnia o región, para desarrollar con capacidad suficiente un proyecto cultural hegemónico que logre articular las diferencias existentes en una identidad colectiva orientadora de un nuevo pacto de convivencia social, donde el conflicto puede tener una salida negociable.

Proyecto que debe buscar también la construcción de una nueva credibilidad real y afectiva en las familias, las instituciones y los actores sociales de forma tal que se intente mitigar la ciolencia en la familia y en la sociedad, se disminuyan los años de vida  potencialmente perdidos y se reconozcan los derechos de hombres y mujeres, menores, adultos y ancianos a tener una vida digna y a participar en la concentración de su propio presente y futuro” 18.

El fenómeno de la violencia al interior de la familia debe ser abordado como el resultante del juego de factores socio-culturales (valores, creencias, expectativas de rol, usos aceptados) y psicosociales complejos (interacciones familiares cotidianas) que debe ser  intervenidos tanto en sus efectos como en su etiología, en una perspectiva bio-psico-social.


En el contexto de la Constitución Colombiana de 1991, emerge la conciliación como una de las formas alternativas en la solución de conflictos, ampliamente aplicada en la violencia intrafamiliar observándose que opciones “como centros de Conciliación en Consultorios jurídicos de las universidades, en Cámaras de  Comercio, Comisarías de Familia, Defensores de Familia con facultades para conciliar y la obligatoriedad para que en los procesos judiciales se agote la etapa de conciliación como requisito de procedibilidad, deja entrever una muy amplia gama de opciones para que las partes encuentren el camino más expedito a la solución de sus diferencias, dejando de pensar en un ganador y un perdedor, y fijen su posición más en una solución a los problemas, con los cuales necesariamente se ven avocados a convivir”. 19.

Esta figura que no exige formación profesional, es una de las formas válidas para disminuir y transformar los niveles de violencia intrafamiliar, pero requiere que se articule en torno a programas de tipo interdisciplinario, interinstitucional e intersectorial, a corto, mediano y largo plazo tales como:

n      Ampliación de los servicios de atención a la infancia y la familia a través de los servicios de salud, bienestar social y educación. Lo que en su esencia implica planear y ejecutar proyectos no solamente asistenciales, sino preventivos y educacionales en el abordaje de la violencia doméstica.

n      Impulso a las reformas jurídicas, que permitan adaptar la legislación obsoleta, a las dinámicas condiciones socio-culturales de la realidad colombiana y latinoamericana.
      Lo que implica la elaboración y ejecución de políticas integrales de       atención a la familia, que comprometan la intersectorialidad: estado, organismos no gunbernamentales, entes privados o mixtos y movimientos sociales.

n      Participación en las políticas estatales de la red de solidaridad, nacional e internacional que en Colombia se han orientado básicamente a la asistencia y prevención de las diversas manifestaciones de la violencia intrafamiiar, pero trascendiendo la atención logística (dinero, servicio médico-legal), de carácter inmediatista y paliativo hasta aproximarse al fenoméno en su real dimensión.

n      Construcción de proyectos de vida que impulsen la educación en la tolerancia y la ceptación de la diferencia y permitan la expresión creativa de la agresividad..

Lo que conlleva la convocatoria del Estado y de la sociedad civil, a intervenir y transformar las expresiones de violencia en el ámbito privado, buscando que el conflicto en sus diversas acepciones se resuelva por la vía democrática de la negociación de las diferencias, y se construyan formas alternativas de convivencia familiar.

El compromiso que esto implica para todos los profesionales que de una u otra manera trabajan en torno al bienestar del hombre, especialmente desde las ciencias sociales, trasciende el espacio personal e institucional y le exige asumir una concepción diferente del mundo y del papel dinámico que sigue y seguirá cumpliendo la familia.

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