XV
SEMINARIO LATINOAMERICANO DE TABAJO SOCIAL
NUEVAS PROSPECTIVAS
EN EL ABORDAJE DE LA
VIOLENCIA INTRAFAMILIAR
Ciudad de Guatemala, Julio 11 al 14 de 1995
ANGELA MARIA QUINTERO VELAZQUEZ
GRUPO FAMILIA Y
GENERO
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
MEDELLIN 1995
Los avances científicos de las últimas décadas del
presente milenio, exigen un replanteamiento en el ánalisis y compresión de los cada vez más complejos,
procesos individuales, familiares y socio-culturales.
Este trbajo pretende analizar la violencia intrafamiliar, no solamente
como una expresi´ón más de un fenómeno global y consetudinario a las relaciones
humanas, sino como una situación que compromete todas las esferas desde lo íntimo,
privado, hasta lo público, en procesos circulantes que integran y relacionan lo
individua, lo familia y lo social.
Para los profesionales de las Ciencias Sociales y
todas aquelas que de una u otra manera trabajan en torno al bienestar del
hombre, el nuevo paradigma del conocimiento, convoca a acciones interdisciplinarias,
intersectoriales e interinstitucionales que aborden la totalidad y la
interrelación de los elementos constitutivos de la violencia intrafamiliar.
Atendiendo no solamente los niveles asistenciales,
clínicos, sino las nuevas perspectivas educativas y preventivas, que
conllevan características universales
pero que se proyectan al caso particular del medio colombiano, como un
exponente del contexto latinoamericano.
La importancia del tema y la exigencia de abordarl
en la formación profesional de pre y posgrado, introduciendo las dinámicas y
cambiantes condiciones familiares y sociales, es algo reiteratico e invita a
seguir investigando sobre el tema, desde sus múltiples posibilidades.
1.
NATURALEZA DE LA VIOLENCIA
Más que una
definición o un concepto puntual, la Violencia
da cuenta de un conjunto de fenómenos que pueden o no tener manifestaciones
agresivas o traumáticas. En este sentido se entiende, como una forma de
relación entre los humanos, una especie de lenguaje de la fuerzam donde se
sustituye un tipo de relación por otra, caracterizada por
la
agresividad, la irracion alidad, la
desigualdad del poder 1 .
Es todo aquello que desvaloriza la dignidad de
la persona y la afecta en su integridad física, psicológica y emocional. Recorre toda la pirámide social y
los sectores de la población: hombres, niños, ancianos y mujeres. Se expresa de
múltiples maneras, por lo cual es pertinente hacer una contextualización
general desde las Ciencias Sociales y luego derivar al análisis particular de la Violencia intrafamiliar.
1.1 Características de la violencia.
La
universidad y constante histórica son lementos constitutivos de la Violencia : “Los impulsos violentos existen en todas las sociedades encuentrasn diferentes formas de expresión .
. . Las sociedades crean instituciones
son los medios a través de los hombres en ellas, las instituciones son los medios
a través de los cuales se ejerce la violencia sin que ésta tenga por efecto la disolución del
vínculo cocietario 2 .
Fenomenológicamente
es diferente de la agresividad, entendida esta como un aspecto innato en el
hombre y necesario para madurar, desarrollar e interactuar en las distintas
esferas de la vida cotidiana. La esencia de la violencia es universal: en tanto es una actuación de la
agresividad, todos estamos en posibilidad de ser violentos.
La violencia
se instala como un ejercicio del poder, en una
relación basada en la bipolaridad dominante-dominado, pero que en procesos circulantes invierte los papeles y
aún los más débiles pueden asumir expresiones violentas.
Qué
elementos identifican la
Violencia ?
- Supone
negación, limitación o eliminación de un derecho del otro.
- Es una
variable histórica, que acomaña el devenir humano.
- Es múltiple: Con elementos estructurales como
el marginamiento. la riqueza, la pobreza , el machismo.
Con estas
anotaciones se quiere resaltar su naturaleza, de realidad transformable, no
como un fatalismo del hombre, sino como
algo consetudinario de las relaciones sociales y presente en las diversas
formas de organización. Por lo tanto es susceptible de transformarse de acuerdo a determinates
de diferente tipo: económico sociales, la políticos, ideológicos.
Su dimensión
histórica, determina una presencia en el mundo contemporáneo que la hace
intrínseca al acontecer diario, “ asistimos por lo tanto a una cotidianidad
signada por el privilegio de la
violenvia, la cual ya no se considera como un evento o un hecho contingente,
que irrumpe bruscamente sino como una referrencia diaria. Se presenta un cambio
en los códigos de relacionamiento al
incorporar la violencia en las representaciones colectivas como
afirmación del mundo, como paradigma
explicativo de la identidad social y como alternativa de subsistencia”3 .
Desde otra
perspectiva se puede entender la
Violencia como una
forma de socialización, que
supone unos presupuestos culturales y legalizarla. En razón de lo cual se ha
recurrido a ella para producir sujetos que buscan:
- acallar
las posibilidades comunicativas
- sacar de la escena al diferente
-
disciplinar gestos, posturas.
En un
sentido genérico , la violencia es toda acción implícita o explícita que
busca aniquilar la singularidad. lo que conlleva el concepto de lo íntimo,
privado y lo público, en tanto el sujeto
público violento, ha sido formado en lo
privado.
De igual
manera en las relaciones afectivas, que son la máxima representatividad del
sujeto, se puede desconocer la singularidad psicológica y esto da cuenta de una
manera notoria en las parejas que establecen condiciones desiguales e
inequitativas e su intercambio
erótico-afectivo.
Esto permite
introducir otro elemento de análisis, en tanto no siempre hay correspondencia
entre las expresiones de violencia en el ámbito
privado, familir, intimo y el espacio público, extrafamiliar.
Encontrándose sujetos que son violentos en uno de los dos espacios, pero en el
otro tienden a la sumisión o actitudes pasivo-agresivas.
En términos
de la perspectiva comunicacional, uno de los modelos de la Violencia tiene
implícita una relación complementaria,
donde siempre hay una persona sumisa, dominada y otra dominante, con manejo de
la jerarquía y la negación de una de las
partes interactuantes , un modelo con características similares se da a nivel
macrosocial.
Desd un
referente económico la violencia “Es . .
. una expresión de las relaciones sociales que caracterizan la interacción
humana en el contexto de la sociaedad cpitalista propia de nuestro tiempo y
espacio, conducentes por lo tanto a comprenderla como expresión de ésta y no
como algo disfuncional o anormal que
está afectando su funcionamiento 4.
Lo que le
confiere una dimensión compleja, multicausal y polifórmica, que compromete todos
los sectores de la sociedad y establece una relación intrínseca entre los
procesos individuales, familiares y socioculturales. En una contextualización
económica y psicológica del fenómeno, que va más allá del registro de actos
violentos.
1.2 Clasificacion
general de la
violencia.
Las
modalidades que asume la
Violencia se establecen según su grado de severidad (alta,
media o baja), hasta su frecuencia o la
repetición de actos violentos.
- Violencia sutil, sistemática e individual: caracterizada por una desatención de las
necesidades básicas, una deprivación de las necesidades biológicas, emocionales
y sociales de los individuos.
Expresada en
acciones como:
Explotación de la capacidad de trabajo,
maltrato de palabra y de obra (agresión verbal) y la intimidación o coacción.
- Violencia física: asociada a la muerte o a la morbilidad, con la presencia de trauma
físico que amerita consulta médica. Este tipo de violencia es la que más
registra, pues en su gran mayoría está asociada con atención clínica y demanda
legal o de protección ante inspecciones, comisarías o juzgados.
La
diferencia básica entre estsas dos formas está en su expresión, siendo la
primera menos directa, con mensajes doble vinculares y subliminales, mientras
que la segunda es visible, directa, tiene un efecto corporal que requiere
protección.
En términos
generales la Violencia
se dirige a los sectores más vulnerables de la población: niños, mujeres y
ancianos y a los individuos con limitaciones físicas y/o mentales y es más registrada en el área
urbana que en el campo: lo que no desconoce su incidencia en el sector rural,
agravado por los bajos niveles culturales y educativos.
1.3 Paradigmas de abordaje de la Violencia
Aunque se ha
propuesto diferentes alternativas epistemológicas, los tres modelos más
utilizados en el manejo del fenómeno son:
- Modelo intraindividual o modelo
psiquiátrico: focalizado en las características personales de la violencia.
Sus desarrollos vinculan la conducta agresiva con el alcohol , el uso de
drogas, la enfermedad mental y otros.
-
Modelo psicosocial:
establece que la violencia puede ser comprendida mediante un cuidadoso
examen de las condiciones del medio que ejerce impacto sobre la familia. De
igual manera considera las interacciones cotidianas, facilitadoras de la
violencia y trabaja el estres y la transmisión de la violencia de una
generación a otra.
Pero ninguna
de estas propuestas por si sola, puede dar cuenta de un abordaje integral,
holístico de la Violencia ,
sino que se requiere elementos de diferentes disciplinas y campos del saber
para comprender y abordar en su complejidad el
fenómeno.
La multifactoridad de la violencia en su
etiología y manifestaciones, se inscribe en la diversidad étnica, cultural y
geográfica del medio, exigiendo una
mirada particular de sus diversas expresiones.
En las
últimas décadas la violencia ha registrado un considerable ascenco:
En 1960, era
la sexta causa de muerte en el país; para 1970 pasa a ser la cuarta y en los 80
se constituye en la principal causa de mortalidad, siendo
el homicidio la primera causa de muerte con más de 30,000 casos al año.
Descendiendo el grupo de edades afectados por la vioencia, que se concentra en
los infantes, jóvenes y mujeres.Lo que conlleva la reducción de la población
joven a breve plazo y una creciente tendencia a la exacerbación mórbida de los
actos violentos que conducen a la muerte.
“En el
análisis de la realidad colombiana se identifica la década del 90 como una
coyuntura plítica signada por la
hibridación de dos fuerzas: por un lado
la construcción de una nueva legitimidad que orienta los pactos de
concentración y negociación de los conflictos,y por el otro lado la agudización
de las múltiples violencias con la emergencia de otros actores y otras
denámicas en todos los escenarios sociales públicos y privados, urbanos y
rurales.
. . .
Continuamos identificando el alto grdo de la violencia de carácter político,
social, cultural y económico. El número de asesinatos de toda índole sigue
marcando a la violencia como la primera causa de mortalidad en el país, con
implicaciones tan profundas como el incremento
de los años potencialmente perdidos y un cambio forzosos de la estructura
demográfica al presentar mayor número de muertes masculinas por factores
violentos. Las desapariciones, los secuestros, las extorsiones y la amenaza
selectiva se acompañan de masacres
colectivas indiscriminadas y de la emergencia de grupos de limpieza social que,
conjuntamente con el incremento de índices de la delincuencia común e
inseguridad ciudadana dan cuenta de un sentido de inestabilidad del orden
social 5.
Este
panorama introduce un elemento fundamental, cual es la condición emocional de
la ciolencia, en tanto los resultados no solamente corresponden al orden
físico, sino que se ubican en lo afectivo: a nivel de los infantes que sufren
la violencia se registra que de cada niño muerto, 15 quedan vivos, pero con
secuelas físicas y mentales.
Otros
efectos de orden social tiene n que ver con la orfandad, la viudez o carencia
del compañero, la prostitución como alternativa para enfrentar la subsistencia
, la maternidad temprana (en solteras
adolescentes( o sin compañero estable, la farmacodependencia y otras opciones
de negación y escape de la realidad.
Las últimas
investigaciones realizadas por la
Sección de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal ,
señalan la existencia de 600 mil
personas desplazadas durante el período 1985-1994. de las cuales el 71%
son menores de 25 años. EL 58% son mujeres, de las cuales el 25% son cabeza de
familia.
“Caracteriza
esta población el dramático deterioro de la calidad de vida, unido a graves
secuelas psicosociales provocadas por los hechos violentos que motivaron su migración. La salida forzosa y
dispersa de los grupos familiares, desde zonas rurales hacia las cabeceras municipales, y de éstas a ciudades
grandes o intermedias, ha dejado una huella dolorosa en cada una de las
víctimas”.
A pesar de
la connotación violenta que e le ha querido asignaral país , debe entenderse
que la Violencia
no es patrimonio colombiano, sino que se asume y expresa de diferentes maneras,
según la organización socio-cultural y
la coyuntura histórica. Su perpetuación o transmisión, no otorga de por si la categoria de
individuos, grupos o comunidades violentas por naturaleza; esto tiene un
sustrato estructural e ideológico.
Las nuevas
manifestaciones catalogadas como violentas emergen en el medio como un
resultado particular de factores individuales, familiares, socio-culturales y
económicos. Este es su carácter dinámico e interactuante, que permite
clasificar rápidamente algunas de las violencias reconocidad en las últimas
décadas:
Política,
guerrillera, grupos paramilitares o autodefensas, común, familiar, sexual,
barrial, educativa.
Introduciendo
algunos elementos que van a ser ampliamente desarrollados en los numerales
subsiguientes, se ubican las diferentes formas de violencia intrafamiliar:
maltrato físico, maltrato psicológico )enfatizado en los niños), abuso sexual
(que va más allá de la violación), violencia conyugal, negligencia y abandono, abuso económico.
Las
estadísticas en el caso particular del Departamento de Antioquia, el más
importante del país, dan cuenta de algunos índices en la violencia
intrafamiliar: cada día mueren 15 niños en forma violenta, la más de las veces
por accidente domésticos o no referenciados. Presentándose del total de los
casos de violencia que se denuncian %42,68 de
violencia conyugal y %34.24 de abuso sexual.
3. INTEGRACION DE PROCESOS INDIVIDUALES, FAMILIARES Y SOCIALES QUE
INTERVIENEN EN LA VIOLENCIA
INTRAFAMILIAR
El conflicto
es un elemento básico del vínculo social. La función de la cultura es la de
provocar cambios o modificaciones en su expresión de forma tal que sea posible
la convivencia social. Las familias están inscritas en una cultura y expresan y
perpetuan valores y normas.
Cuando nos
acercamos a la violencia intrafamiliar nuestro concepto de familia cambia
considerablemente de un lugar que da seguridad a uno de incertidumbre.
Desde esta
perspectiva la violencia es la aplicación de una fuerza excesiva a algo o
alguien con la intención de causar un daño. Es un acto que pretende intencionalmente
causar un perjuicio consiga o no su objetivo. Va acompañado de una
justificación que depende del agente, del agredido, de la situación en que se
realice y el grado en que se permite 7. Esta violencia se da a nivel de cónyuges,
hijos y ancianos, inter o intrageneracionalmente. Existe además una violencia
invisible a través del abandono, la negligencia y la ausencia de valoración al
otro.
En el
abordaje de esta problemática debemos integrar los diferentes paradigmas para
tner una visión holística que nos permita plantear alternativas de soluci2n.
3.1 Modelo
Sociocultural
Los
procesos sociales que actúan como
vectores en la vioencia marital, maltrato a hijos y ancianos podría resumirse
en tres El primero de ellos se
fundamenta en nuestra cultura de guerra y sangre transmitida ideológicamente.
El segundo se deriva del anterior, pero desde los protagonistas a través de los
efectos de las etapas y formas de violencia en la historia individual y
familiar de los colombianos. En ete sentido se han heredado unas secuelas de
conflicto que se proyectan a la generación siguiente. El tercero hace
referencia a algo más general como es la desigualdad de género 1.
La estrecha
relación entre violencia y género se vislumbra en diferentes situaciones. Además
de las relaciones de pareja, los niñs que han sido testigos de agresiones entre
sus progenitores están en un alto riesgo de volverse violentos en sus
relaciones futuras. En este análisis hay que entender un sistema en el cual una
persona domina y controla y la otra se ubica como víctima u objeto, con la
sanción implícita de una cultra.
La violencia
se percibe como una forma de relación donde no se dan alternativas diferentes y
en la cual para mantener un orden apropiado se establece una jerarquía con diferentes
niveles. Hoy en día se pasa de modelos autocráticos a democráticos, con las
tensiones que esto genera.
_________________________
1.
Género: “Es la diferencia que existe entre el ser
mujer u hombre, como categorías socioculturales”. Jiménez, Blanca Inés y Acosta
Humberti. “Identidad psíquica e identidad de género. De la confusión al
conflicto”. Grupo Familia, Género y Cultura. Universidad de Antioquía. 1995
(inédito).
3.2 Modelo Psicosocial e Interaccional
Para
referirnos a los procesos que
intervienen en la violencia intrafamiliar, hay que señalar los patrones de
relación que se dan en la pareja con su historia y los ciclos de
retroalimentación que la mantienen y perpetuan. El vínculo establecido entre un
hombre y una mujer en situaciones de violencia es único porque preserva la
conexión después de episodios de agresión. Este lazo es definido por los otros
como emfermizo y vergonsozo y por lo tanto permanece secreto. La fuerza e
intensidad de estas uniones desafía los mas persuasivos intentos por
finalizarla.
Lo más
llamativo de este enlace afectivo es la atracción inicial entre las dos
personas porque la relación al comienzo se vive como un escape o alivio a las
familias disfuncionales de donde provienen. El arrepentimietno del hombre recaptura
la lealtad de la mujer porque ella no quiere terminar esa relación sino
cambiarla. El remordimiento de él después de un episodio violento la coloca en
una posición superior, de ser protectora y de salvarlo. 8.
Existen
diferentes ciclos de retroalimentación que perpetuan la violencia. El primero
es el llamado relación complementaria hombre dominante-mujer sumisa. El segundo
es el de patrón de relación simétrica, el cual coloca a las personas en
posiciones más igualitarias con un escalonamiento de acciones y reacciones
agresivas.
El tercer
ciclo tiene tres fases: elevamietno de la tensión con críticas verbales de la
muejr, irrupción de la tensión con agresión física del hombre y alivio de la
tensión con arrepentimiento del varón y aceptación de su compañera. Este ciclo
supone actores en igualdad de condiciones y debería cambiarse bajo la
perspecticva de un hombre responsable de su violencia y una mujer responsable
de su protección. El cuarto ciclo es el denomimado
frustración-rehabilitación-frustración, en el cual otros sistemas intervienen
para llevar a la mujer a salvar y tratar al otro hasta que un nuevo episodio
violento la frustra y el ciclo se reinicia.
En este
modelo psicosocial hay que incluir otros procesos relacionados como son el
maltrato a los hijos y a los ancianos,. Una de las formas de relacionar el
abuso entre cónyuges y el que se dirige a los hijos es el de mostrar cómo
los niños que provienen de hogares donde
el patrón de agresión entre sus padres ha prevalecido, entran a formar parte de
este conflicto de diferente forma: en ocasiones son invitados a participar
buscando en ellos coaliciones para
atacar, devaluar o denigrar del otro progenitor, otras veces tratan de proteger
o impedir los actos violentos y terminan siendo blanco de las agresiones de sus
padres. Estos niñs están en un alto riesgo de replicar este patrón eb otros
niveles. Una alternativa para ellos es el abandono del hogar, la vida
callejera, el gaminismo o el ingreso a grupos que se vinculan a la delincuencia.
Sus padres
son figuras contradictorias para ellos: temidos y subvalorados por s violencia y a la vez postulados como modelos de identificación.
Existe
además el maltrato a menores independiente de si han existido agresiones entre
sus padres. Se han distinguido diferentes modalidades: el fisico incluye golpes
y heridas, resultado de castigos. El psicologico que incluye el trato
denigrante, los sarcasmos y el culparlos de las desventuras de los adultos y
por ultimo el abuso sexual. Finalmente
esta el maltrato social en el cual los padres no asumen las
responsabilidades de la crianza y abandona al hijo total o parcialmente 9.
Las familias
con síndrome del miño maltratado son en
ocasiones grupos incompletos, con ausencia de un padre o figura de autoridad o
sustituidos por un padrastro o madrastra que abusa de su posición, o uniones
volátiles entre cónyuges que no garantizan la creación de vínculos sólidos. Otra forma es la familia
extensa con múltiples figuras de autoridad y donde los conflictos entre adultos
se desplazan a los menores. Un ejemplo es la madre que se siente desplazada por
la abuela y descarga su malestar agrediendo al niño [AS1]10.
La violencia hacia el anciano es otra de las
formas de maltrato en las relaciones intrafamiliares. La forma en que se maltrato
en las relaciones intrafamiliares. La forma en que se da es fundamentalmente a
nivel emocional quedando solos o relegados de la vida de su grupo primario. La
familia ha perdido la capacidad para responder por las necesidades de los
viejos y el Estado se ha visto incapaz de asumir esas nuevas responsabilidades.
Los viejos pasan a depender de sus hijos
y se sienten un estorbo en la casa. Las transformaciones que ha sufrido la
familia los llevan a ciertas situaciones de abandono y carencia y se va considerando
que la mejor solución es la institucionalizaci2n donde progresivamente se va
deteriorando el contacto con sus familiares.
3.3 Modelo Individual
Un análisis
de las características individuales de hombres y mujeres quw se envuelven en
una relación violenta, completa la visión del problema y permite su perspectiva
holística.
La mujer que
se ubica en una relación matizada de
agresiones ha sido más estudiada que el hombre. Las teorías tradicionales la
definían como una víctima que derivaba beneficios de su posición. Para
incluirla en este análisis sin culparla hay que entender porqué quedan
atrapadas en situaciones de abuso, la respuesta nos lleva al contexto social en
el cual una ideología contribuye a que permanezca en situaciones de peligro. No
son personas frágiles ni incapacitadas, son víctimas pero tienen cierto sentido
de poder 11.
El hombre
que participa en relaciones de violencia ha sido poco estudiado. En general,
habn crecido en familias que enfatizan la mayor fortaleza del hombre sobre la
mujer y bajo la creencia de no mostrar sus vulnerabilidades, su necesidad de
dependencia, de requerir protección y de no manifestar miedo o tristeza. La
relación con su padre se centra en parecerse a él, más que a conectarse con él,
cediendo o negando sus necesidades afectivas.
La violencia
para ellos es una pseudosolución a las contradicciones que vive, especialmente
cuando experimenta sentimientos que su cultura y familia consideran no
masculinos, como el miedo, la tristeza y sobre todo la dependencia 12.
De esta
manera podemos completar un círculo que se inicia en la sociedad en la cual se
crea un contexto posibilitador de la violencia
como expresión del conflicto, pasando por la familia en la que se
reconstruyen relaciones de maltrato inter e intrageneracional y de estas
estructuras surgenn unos hijos que regresan a la sociedad a repetir patrones de
agresión en las nuevas familias que constituyen y en las interacciones sociales
en las que participan.
A nicvel
social no podemos desconocer que se han dado una serie de ideas que actúan a
nivel ideológico para justificar la violencia intrafamiliar y que a su vez impiden su detección, prevención y
tratamiento. Se racionaliza su existencia y se evade su sanción con afirmaciones
como estas:
La violencia
es el resultado de una enfermedad mental y por eso la persona no es
responsable.
El alcohol y
la droga son la causa mayor de conductas agresivas.
La violencia
intrafamiliar es un fenómeno poco frecuente y solo se da en las clases bajas.
A las
mujeres les gusta ese tipo de relación y por eso la permiten, además de que
algo hicieron para provocar al otro.
El maltrato
emocional es mucho menos frecuente que el físico 13.
3.4 La
Violencia
familiar en Colombia. Algunos datos estadísticos.
En medio de
una violencia generalizada que se ha dado en el país, es importante destacar
uno de los pocos estudios que se han hecho en la población general, sobre
violencia intrafamiliar.
Del total de
mujeres alguna vez unidas en pareja, una tercera parte han sido insultadas
(violencia verbal), una de cada cinco fueron golpeadas y una de cada diez
fueron forzadas a tener relaciones sexuales. Las razones por las cuales fueron
insultadas fueron en su orden: Las labores del hogar, la crianza de los hijos y
las relaciones con sus familias de origen. Las causas de la violencia física
fueron definidas así: la embriaguez del marido, el mal genio y la infidelidad
real o supuesta de ellas o ellos.
Las
reacciones de la mujer ante el evento agresivo están apoyadas por los patrones
de la cultura ya explicados: el 51% se mostró pasiva y del 49% que
respondieron, sólo el 11% acudió a alguna autoridad, el 24% buscó a su familia
y el 5% a una amiga.
Para
analizar la relación entre el maltrato y el que se da entre los hijos, es
interesante destacar los siguientes datos: el 70% de los niños presenció las
agresiones. El 47% de las madres creen que esto les producirá trastornos
psicológicos y el 24% consideró que ello lleva al menor a tener una actitud
agresiva. LA asociación entre estos dos tipos de violencia se capta mejor con
esta información: la mitad de las mujeres maltratadas golpean a sus hijos
mientras que una tercera parte de las no golpeadas lo hacen 14.
Finalmente
se presentan algunas características generales del problema: la violencia
intrafamiliar es más de tipo urbano que rural y la respuesta activa de la mujer
también se da más en las ciudades. Respecto a la edad y estado civil, las
mujeres más agredidas fueron las de 17-18 años y las de 30-39 años y esto se
dio más en las separadas o en unión libre.
Esta
investigación permite afirmar que la violencia intrafamiliar es un fenómeno
frecuente que compromete a todos los miembros de una familia y en el cual un
número importante no busca la ayuda adecuada.
4.
BASES
PARA UNA ATENCION INTEGRAL DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR
La violencia
que se vive al interior de una familia está ligada a factores individuales,
interaccionales y sociales. En cualquiera de
estos niveles denuncia una carencia en la expresión crativa del impulso
agresivonatural e implícito en el ser humano.
La
conjugación de factores de diferente índole y nivel invitan a una acción
interdisciplinaria en su prevención y tratamiento. A nivel macrosocial hay que
promover la reconstrucción colectiva del tejido social con base en la solidaridad
y cooperación entre las personas.
En nuestro
acercamiento a esta problemática no podemos simplificar su complejidad y
multideternismo. La primera tarea es identificar los factores y niveles
macrosociales que la generan, alimentan e incluso legitimizan. La investigación
en este campo debe partir de un análisis profundo de estas categorías: los
estereotipos culturales que determinan relaciones jerárquicas
dominio-subyugación entre sexos y generariones; las historias personales de los
que fueron víctimas o testigos de violencia, los modelos sociales de relaciones
de abuso tomados como pautas de identificación; la carencia de modelos
alternativos de enfrentar los conflictos y un análisis cuidadoso de los
factores de riesgo asociados a la violencia como el sub y desempleo, el
alcoholismo y la farmacodependencia, el aislamiento y marginamiento social y la
inestabilidad laboral 15.
El contexto
en el que vive el ser humano propicia
ciertas conductas en ciertos tiempos y con determinada dura ción e intensidad.
Por eso las variables históricas y culturales deben ser introducidas en su
estudio. Desde esta perspectiva es fundamental distinguir entre los factores
que la predicen, que la causan y que la justifican.
Todavía no
somos exitosos en comprender y frenar la violencia que se da al interior de una
familia. Nos falta profundizar en el lazo intenso que caracteriza estas relaciones y el significado de estas
formas de abuso. Si unimos a los científicos sociales y psicológicos con los
que legislan y en último término sancionan, tendremos visiones y soluciones
amplias e intengrales.
La violencia
intrafamiliar es simultáneamente un
patrón asentado en unaq cultura transmitido multigeneracionalmente, un problema
psicológico para sus actores en su mundo interno y relacional y un delito. Cómo
unir estas dimensiones en su prevención, tratamiento y rehabilitación, es
el gran reto para una sociedad. 16.
La
investigación desde los paradigmas holísticos e integrales debe orientarse
hacia los factores que predicen e influencian su aparición y desaparición, su
intensificación y disminución, su frecuencia y duración.
Los estudios
sobre la violencia doméstica deben ser revitalizados bajo estos nuevos
postulados:
Existe una
influencia de los contextos sociales e
históricos en los científicos y sujeros de estudio.
La ideología
visualizada en valores y creencias
influyen en los que investigamos.
La respuesta
del Estado y de las instituciones debe integrar las nuevas perspectivas
investigativas puesto que los resultados hasta
ahora logrados son parciales e insuficientes. Las personas que acuden a
entidades jurídicas, de bienestar social y familiar, o de salud, reciben como
respuesta dos alternativas: la separación y la denuncia ninguna de ellas
soluciona el fondo del problema y sus vertientes.
Es imposible
separar los roles de investigador, terapéuta y agente de control social. En
todos ellos debemos ser conscientes de cómo mediamos, desafiamos o afirmamos
nuestros vínculos y los de las personas con las que trabajamos a a los valores
de una sociedad, a las conductas
aceptables y a las expresiones apropiadas de sentimientos.
La creación
de roles a nivel de investigación e intervención entre los sistemas
político-legales, los de salud y bienestar social y familiar y las familias
podría abrir la puerta a un abordaje integral de la violencia intrafamiliar. Un enlace de todas
las áreas con la identificación de familias en riesgo, servicio de apoyo y
ayuda a padres, líneas telefónicas de urgencias, centros de ayuda legal,
comités de prevención de la violencia, refugio para las víctimas centros de
atención a los agresores, deben actuar integradamente sin desconocer que
también se requiere la ayuda terapéutica en los casos que lo ameriten.
“La sociedad
del futuro requiere de una familia formadora de nuevas identidades de género,de
una ética solidaria y de relaciones con las generaciones y el vecindario como
entorno transicional frente a lo público, a lo colectivo, a lo urbano, regulada por el respeto, la
tolerancia y la diferencia. Esto implica pensar la familia de una manera
diferente, o sea, romper con el esquema tradicional de familia nuclear y
convencional para dar paso a su recomposición, fundamentada en nuevos
referentes o conceptos sobre los géneros, los valores éticos, las relaciones
generacionales, las relaciones de pareja, la socialización y las relaciones con
la sociedad (vecindario, barrio, ciudad). Este planteamiento significa
trascender el espacio doméstico y de estructura familiar para comprender el
significado de las relaciones familiares dentro de nuevos espacios, tiempos,
distancias y acercamientos que deben constituirse en el nuevo simbolismo de la
familia urbana. Con esto nos estamos refiriendo a que la sociedad, la cultura y
la institución familiar deben ir evolucionando hacia formas menos
convencionales de convivencia y de participación social, para convertir la
experiencia de la vida diaria en algo más gratificante y civilizador”. 17.
Violencia,
democracia y derechos humanos parecen constituirse en el eje de una reflexión
colectiva, que intenta construir una nueva identidad social correspondiente a
la coyuntura política propia de estos
ultimos años y a la responsabilidad frente a formas alternativas de convivencia
ciudadana y familiar.
“Para hacer
efectivos este requerimiento la buena
voluntad no es suficiente. Se necesita con urgencia la legitimidad del Estado y
el compromiso de todos y cada uno de los integrantes de la sociedad,
independientemente de su condición socio-económica, de género, de edad, de etnia
o región, para desarrollar con capacidad suficiente un proyecto cultural
hegemónico que logre articular las diferencias existentes en una identidad
colectiva orientadora de un nuevo pacto de convivencia social, donde el
conflicto puede tener una salida negociable.
Proyecto que
debe buscar también la construcción de una nueva credibilidad real y afectiva
en las familias, las instituciones y los actores sociales de forma tal que se
intente mitigar la ciolencia en la familia y en la sociedad, se disminuyan los
años de vida potencialmente perdidos y
se reconozcan los derechos de hombres y mujeres, menores, adultos y ancianos a
tener una vida digna y a participar en la concentración de su propio presente y
futuro” 18.
El fenómeno
de la violencia al interior de la familia debe ser abordado como el resultante
del juego de factores socio-culturales (valores, creencias, expectativas de
rol, usos aceptados) y psicosociales complejos (interacciones familiares
cotidianas) que debe ser intervenidos
tanto en sus efectos como en su etiología, en una perspectiva bio-psico-social.
En el
contexto de la
Constitución Colombiana de 1991, emerge la conciliación como una de las formas
alternativas en la solución de conflictos, ampliamente aplicada en la violencia
intrafamiliar observándose que opciones “como centros de Conciliación en
Consultorios jurídicos de las universidades, en Cámaras de Comercio, Comisarías de Familia, Defensores
de Familia con facultades para conciliar y la obligatoriedad para que en los
procesos judiciales se agote la etapa de conciliación como requisito de
procedibilidad, deja entrever una muy amplia gama de opciones para que las
partes encuentren el camino más expedito a la solución de sus diferencias,
dejando de pensar en un ganador y un perdedor, y fijen su posición más en una
solución a los problemas, con los cuales necesariamente se ven avocados a
convivir”. 19.
Esta figura
que no exige formación profesional, es una de las formas válidas para disminuir
y transformar los niveles de violencia intrafamiliar, pero requiere que se
articule en torno a programas de tipo
interdisciplinario, interinstitucional e intersectorial, a corto, mediano y
largo plazo tales como:
n Ampliación
de los servicios de atención a la infancia y la familia a través de los servicios
de salud, bienestar social y educación. Lo que en su esencia implica planear y
ejecutar proyectos no solamente asistenciales, sino preventivos y educacionales
en el abordaje de la violencia
doméstica.
n Impulso
a las reformas jurídicas, que permitan adaptar la legislación obsoleta, a las
dinámicas condiciones socio-culturales de la realidad colombiana y
latinoamericana.
Lo que implica la elaboración y ejecución
de políticas integrales de atención
a la familia, que comprometan la
intersectorialidad: estado, organismos no gunbernamentales, entes privados o
mixtos y movimientos sociales.
n Participación
en las políticas estatales de la red de
solidaridad, nacional e internacional que en Colombia se han orientado
básicamente a la asistencia y prevención de las diversas manifestaciones de la
violencia intrafamiiar, pero trascendiendo la atención logística (dinero,
servicio médico-legal), de carácter inmediatista y paliativo hasta aproximarse
al fenoméno en su real dimensión.
n Construcción
de proyectos de vida que impulsen la educación en la tolerancia y la ceptación
de la diferencia y permitan la expresión creativa de la agresividad..
Lo que
conlleva la convocatoria del Estado y de la sociedad civil, a intervenir y
transformar las expresiones de violencia en el ámbito privado, buscando que el
conflicto en sus diversas acepciones se resuelva por la vía democrática de la
negociación de las diferencias, y se construyan formas alternativas de
convivencia familiar.
El
compromiso que esto implica para todos los profesionales que de una u otra
manera trabajan en torno al bienestar del hombre, especialmente desde las
ciencias sociales, trasciende el espacio personal e institucional y le exige
asumir una concepción diferente del mundo y del papel dinámico que sigue y
seguirá cumpliendo la familia.
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