La enseñanza-aprendizaje de la metodología en las
unidades formadoras de la
Universidad de San Carlos de Guatemala
MSc. Julio
César Díaz Argueta
La dinámica impuesta por el nuevo orden
mundial, demanda transformaciones en la formación profesional de los
Trabajadores Sociales, la cual para Guatemala se dispersa en trece Unidades
Rafael Landivar (privada).
Ese desafío encuentra a las siete escuelas de
la USAC , según
una investigación efectuada durante 1993-94, carente de procesos sólidos de
desarrollo curricular y con la ausencia de políticas que implementen un enfoque
definido y articulado a las necesidades de la sociedad guatemalteca en sus
diferentes regiones.
La práctica institucional no ha trascendido
la mayoría de veces el enfoque asistencialista que rutiniza y mecaniza la labor
profesional, misma que requiere de innovarse con el repensar del Trabajo Social
y su inserción en la realidad actual, con nuevas herramientas filosóficas,
teóricas, metodológicas y técnicas, sin pretender uniformizarlo pero sí,
fortalecerlo con una unificación posible en sus componentes esenciales,
actualizarlo y conducirlo como proyecto profesional a la búsqueda de
innovaciones en los viejos espacios, y conquista de nuevos espacios de
intervención profesional, pero sobre todo a la sostenibilidad de ambos,
producto de un proceso formativo y una praxis eficiente.
Lo anterior justifica el interés que a nivel
regional se ha puesto en la formación profesional, pues es en ese proceso donde
las Unidades Formadoras tienen la responsabilidad histórica de perfilar la
construcción del Trabajo Social como disciplina y como praxis; es al donde se
cualifica el recurso humano y donde se generan las marchas y contramarchas del
Trabajo Social y se consolidan las posibilidades de conquista de nuevos
espacios, o se prepara la visión inmediatista de conservación de los espacios
actuales.
Es importante entonces, discutir el proceso
formativo en sus contenidos y su interrelación con la realidad, incluyendo el
papel de los actores, sus concepciones, el mètodo didáctico, los perfiles que
orientan su actuar y la lectura connotativa y denotativa de la realidad, su
concepción del proyecto profesional y de su praxis y cambiar la estructura
etapista y desfasada que muchas veces presentan las Unidades Formadoras con las
instituciones empleadoras y con sus egresados, y conduzcan a la
potencializaciòn de los proyectos pedagógicos, trascendiendo de esfuerzos
aislados a la colectivización y sostenibilidad de ellos, socializándolos a
nivel nacional y regional.
La ponencia que hoy se presenta al Seminario
Latinoamericano, se base en la investigación efectuada en las siete Unidades
Formadoras de fla Universidad de San Carlos de Guatemala durante 1993-94,
teniendo la oportunidad de coordinarla y efectuarla con un dinámico equipo de
investigadores (docentes y estudiantes de diferentes Unidades), gracias al
apoyo de la Dirección
de la Escuela
de Trabajo Social y su Departamento de
Investigación y Tesis y la Direcciòn General de Investigación DIGI, de la USAC , insertándola en una red
regional de investigadores que motivados por los colegas de la Universidad de Costa
Rica, ha desarrollado esfuerzos
significativos de alcances impredescibles en el devenir de nuestra
profesión, efectuando en ese contexto dos encuentros regionales para la
discusión de la temática.
Las reflexiones que se presentan se derivan
entonces del análisis de los resultados obtenidos en dicha investigación y se
presentan como aspectos fundamentales en el
ánimo de compartir con los colegas que nos honran con su presencia y que
indudablemente en la discusión, aportarán inquietudes valiosas que coadyuvarán
a potenciar las expectativas de fortalecimiento del proceso de
enseñanza-aprendizaje de la metodología del Trabajo Social y por ende
profesional.
CONSIDERACIONES PRELIMINARES
Para una mejor ubicación del lector, se
plantearán inicialmente los aspectos básicos de la investigación aludida.
El Objeto de Estudio
Surge de la invitación formulada por la Licda. Ivette Campos
M. de la UCR en
el Primer Encuentro regional sobre Perfil Profesional y Curriculum de Estudios,
efectuado en Quetzaltenango, Guatemala en 1992. De esa cuenta y luego de un
análisis coyuntural, la coordinación de DITETS logra un cofinanciamiento por
concurso ante la DIGI ,
que permite constituir un equipo de investigadores multidisciplinarios que se
encargó de la investigación.
El objeto de estudio sobre "La Enseñanza-Aprendizaje
de la Metodología
del Trabajo Social en las Unidades Formadoras de la Universidad de San
Carlos de Guatemala" se formulò para dar respuesta a las siguientes
interrogantes:
-Cuál es la metodología de intervención del
Trabajo Social que se enseña y aprende en las Unidades Formadoras?
-Cómo se enseñan y aprende la Metodologíia del
Trabajo Social en las siete Unidades Formadoras?
-Cómo se aplica en la práctica profesional la
metodología aprendida?
-Qué resultados brinda la metodología
aplicada a la población usuaria de los servicios sociales que brindan las
instituciones empleadoras pùblicas y privadas?
-Cómo la metodología de intervención del
Trabajo Social ha impactado el espacio ocupacional y profesional?.
Objetivos de la Investigación
Los objetivos generales que guiaron la
investigación, fueron:
i. Conocer el proceso de
enseñanza-aprendizaje de la metodología del Trabajo Social que se desarrolla en
las distintas Unidades Formadoras de la Universidad de San Carlos en Guatemala.
ii. Propiciar el análisis crítico de la
fundamentación teórico-metodológica que posee el proceso de enseñanza
-aprendizaje de la metodología del Trabajo Social, para identificar el enfoque
predominante y su correspondencia con las demandas de la realidad nacional.
iii. Contribuir a la reformulación e
integración del proceso de enseñanza-aprendizaje en las distintas Unidades
Formadoras mediante la construcción de un modelo que unifique el desarrollo de
la metodologìa de intervención y la sustentación pedagógica para su
implementación teórico-práctica.
Hipótesis
Las hipótesis que se verificaron fueron las
siguientes:
1. La falta de políticas integrales que
orientan el proceso formativo del Trabajador Social en la Universidad de San
Carlos determina la coexistencia de diversos curriculos de estudio, lo que
incide negativamente en la concepción y desarrollo de la práctica profesional.
2. La deficiente sustentación epistemológica
y metodológica en el proceso de enseñanza-aprendizaje determina una metodología
de intervención profesional dispersa y tradicional que limita el abordaje de
acuerdo a la problemática nacional.
3. La falta de un modelo pedagógico adecuado
y unificado determina un aprendizaje deficiente de la metodología de
intervención del Trabajo Social y condiciona una práctica social
asistencialista e intrascendente.
4. La estructura de la práctica curricular
que se ejecuta actualmente en las Unidades Formadoras de Trabajadores Sociales
no propicia la integración entre los procesos y elementos del currículo ni la
realimentación mutua de sus funciones de investigación, docencia y extensión;
tampoco concreta perfiles que definan el tipo de Trabajador Social que necesita
el país par buscar mayor correspondencia entre los espacios ocupacional y
profesional y la realidad nacional.
5. Las currícula de las Uniddes Formadoras de
Trabajadores Sociales no son realimentados en función del acontecer histórico
nacional, limitanto la contribución de los problemas de la realidad nacional y
de los beneficiarios.
6. Al interior del sistema profesional
-escuela, egresados, instituciones y gremios- es una necesidad sentida la
redefinición de la formación profesional mediante la implementación de un
curriculo mínimo, que elaborado dentro del marco pedagógico actualizado y
socialmente orgánico, contribuya a solucionar los problemas derivados de las
diferencias de formación profesional, las cuales se evidencian en el ejercicio
profesional de los egresados.
7. Las Unidades Formadoras de Trabajadores
Sociales no concretan programas de coordinación sistemática y de doble vía con
egresados, instituciones, gremios de Trabajadores Sociales y beneficiarios
(sectores populares), esto limita la enseñanza de la metodología del Trabajo
Social y la formación integral de los Trabajadores Sociales, así como la
realimentación de los objetivos de las instituciones, de la pràctica
profesional de los egresados y la proyección social de los gremios.
Metodología
Para lograr los objetivos y verificar las
hipótesis citadas se aplicó una metodología participativa que combinó la
encuesta tradicional con la validación de la información en talleres locales
realizados en la sede de cada Unidad Formadora, involucrando a estudiantes,
docentes, egresados, jefes de instituciones y autoridades; eventos académicos
de devolución parcial de resultados: paneles y encuentros. Así como un
seminario-taller a nivel nacional, los cuales motivaron la discusión entre los
diferentes actores del proceso educativo en trabajo social.
Lo anterior sumado a la investigación
documental pertinente y la incorporación de la opinión de los usuarios de los
servicios atendidos por los Trabajadores Sociales en encuesta específica,
permitió perfilar un panorama integral que ser aprovechado por las siete
Unidades Formadoras dentro del esfuerzo por la unificación posible, se podrán
obtener cambios graduales en la disciplina misma y en sus espacios de actuación,
donde aplica la metodología de intervención.
El Contexto en que se realiza la intervención
profesional
La investigación estableció el diagnóstico de
realidad nacional, espacio ocupacional, la situación curricular de las Unidades
Formadoras, la enseñanza-aprendizaje de la Metodología del
Trabajo Social y a partir de ello apuntaló la propuesta de la Unificación posible a
través de los componentes curriculares básicos.
Al respecto se establece que la acción
profesional debe realizarse en un contexto caracterizado así:
En lo Económico
-Una población de más de diez millones de
habitantes, distribuidos en 22 departamentos, multiétnica y pluricultural.
-Desigual distribución de la riqueza,
dependencia económica y social y sus relaciones injustas dentro de un marco de
pobreza.
-Ineficiencia e ineficacia del aparato
burocrático del Estado, debilitamiento de las Políticas Sociales y el fantasma
de la privatización.
-Una economía predominantemente agrícola,
pero debilitada y en donde la mayoría de la población subsiste con las
múltiples estrategias que desarrolla.
-Millonaria deuda externa, políticas
neoliberales.
En lo Social
-La prevalencia de la población rural, la
migración constante a la ciudad.
-Altos índices de morbilidad, natalidad,
analfabetismo y desnutrición
-Precariedad de los servicios públicos,
déficit habitacional, bajos ingresos que no satisfacen las necesidades básicas.
-Inseguridad ciudadana, impunidad y
violaciones a los derechos humanos.
Esencia Histórica de la Formación Universitaria
en Trabajo Social
El sistema educativo en general y el de las
Universidades en particular, incluyendo las Escuela de Trabajo Social, están
inmersas en la acción dialéctica que produce y reproduce el movimiento, las
manifestaciones y reacomodos superestructurales en la formación social, en su
contexto interno y en su dinámica a escala mundial..
Entre esos reacomodos se determina el sistema
profesional y su papel ante la sociedad, por lo que la formación académica no
puede estudiarse en abstracto, en tanto el sistema educativo no es independiente de la sociedad
y el Estado, expresando sus contradicciones y tendencias.
Las Escuela de Trabajo Social, en tanto ser
parte de la Universidad ,
reflejan la crisis de la educación superior y son impactadas por los movimientos
de reforma universitaria, de ahí el cuestionamiento de estudiantes, docentes,
egresados e instituciones empleadoras que señalan constantemente el limitado
alcance de las Escuela o Carreras en la formación de profesionales que
contribuyan a resolver la problemática nacional y a los cambios estructurales
que necesita el país, limitaciones que se ven en el deterioro de sus funciones
de investigación, docencia y proyección social.
Ese cuestionamiento debe aprovecharse para
fortalecer el debate de la unificación curricular mínima que dé como resultado
el planteamiento de objetivos de Universidad-Escuela de Trabajo Social, que
valores el potencial del Trabajo Social guatemalteco y latinoamericano.
SEMBLANZA DEL ESPACIO OCUPACIONAL
Está constituido por todo el país, a través
de siete áreas de intervención (salud pública, seguridad social,
jurídico-social, bienestar social, educación, promoción social) que ejecutan
las políticas institucionales del Estado a nivel público y privado en l urbano
y lo rural.
De un total aproximado de 1.500 Trabajadores
Sociales en ejercicio, se calcula que aproximadamente de cada cien
profesionales solamente el 30% trabaja en el área rural.
Las instituciones condicionan la actuación de
los Trabajadores Sociales, con fuerte predominio administrativo y burocrático;
ubicando la relación entre beneficiarios y el profesional en lo personal, por
ayuda en lo inmediato y no en lo social y mediato, que refleja la contradicción
que impacta el sistema profesional, como dos concepciones de Trabajo Social:
i. La que predomina en la práctica
profesional a nivel institucional
ii. La que se maneja en la formación
académica
Dicha contradicción está matizada por la
diversidad curricular prevaleciente entre las siete escuelas y al interior de
cada una de ellas, repercutiendo en la conformación del espacio profesional y
la unidad de estrategia y acción entre los Trabajadores Sociales que optan por
institucionalizarse y los que se inscriben en la necesidad de un Trabajo Social alternativo, dándose una ruptura de la unidad
a partir de la Unidad
Formadora y la
Institución empleadora, transfiriéndose a la organización
gremial, la cual carece de una base social masiva, lo que ha fraccionado al
gremio en su organización regional o por área de intervención.
Aparte de lo anterior el 90% de los
Trabajadores Sociales se desempeña como operacionalizados de la políticas
sociales, el resto ocupa puestos de dirección, coordinación, supervisión y
docencia, sin que haya una significativa participación en los niveles de
decisión y formulación de políticas sociales a nivel nacional.
La mayoría de Trabajadores Sociales gana
entre los $150.00 y $300.00 mensuales, con salarios menores a los demás
profesionales universitarios. Esta falta de reconocimiento y valoración de la
profesión hace necesaria la búsqueda de otro trabajo complementario o bien que
se estudie otra profesión liberal o se desempeñe otra ocupación en muchos
casos, lo que incide en que no sean prolíferas las actividades de
investigación, sistematización, teorización y publicación de experiencias y
actualización profesional, aún en el sector docente.
DESARROLLO TEORICO Y METODOLOGICO DEL TRABAJO
SOCIAL. FUNDAMENTACION PEDAGOGICA DE SU ENSEÑANZA-APRENDIZAJE
Desde su origen el Trabajo Social
guatemalteco ha sido influenciado por paradigmas sociológicos diversos, con
marcada influencia de los teóricos extranjeros, principalmente de Norteamérica
y el cono sur, sin que la profesión tenga unificada una conceptualización de
Trabajo Social, lo que enmarca un ámbito complejo de heterogénea formación
recibida y brindada por los docentes incidiento en la falta de acción colectiva
con un proyecto común.
Como esfuerzo significativo se tiene el III
Congreso Nacional de Trabajo Social efectuado en 1979, en el cual se definió
una conceptualización que aún no ha sido sustituida formalmente, a pesar de que
muchos de los docentes la han detractado en sus cátedras, sin proponer la
alternativa, creando falta de confusión, de claridad e identidad en el futuro
profesional.
La investigación determinó que sea cual sea
esa conceptualización debe abarcar claramente la reflexión epistemológica, el
deber ser de la disciplina y la instrumentalización del ser, o sea lo
metodológico y lo instrumental para su quehacer, concebido en la trilogìa de
las instituciones empleadoras, la profesión en sí y la población atendida, en
la cual lo teórico, metodológico y técnico interactúan mutuamente, producto de
la conceptualización prevaleciente en los sujetos profesionales, formada desde
sus Unidades de Trabajo Social.
El marco teórico, la metodología y el
instrumental básico se asume y se conforma según la concepción de la realidad y
sus actitudes, ante las transformaciones requeridas por ésta. La concepción del
Trabjo Social consituye un paradigma específico, que orienta y desarrolla,
además de fundamentar con directrices determinadas todo un proceso formativo
que demanda de las distintas Unidades
Formadoras, de un mismo contexto, la reflexión y formulación de lineamientos
comunes, ante la actuación en la misma realidad, para conjugar esfuerzos y no
fraccionar la concepción y la acción de una misma profesión en los espacios de
intervención.
Se tiene claridad de que no es fácil lograr
la unificación mínima, pero en el caso guatemalteco la profesión carece de una
mayor concreción e identidad, para articuflarse al proceso histórico social y
ser una alternativa respecto a lo social y popular y lo gremial.
El fraccionamiento que las instituciones
hacen de las necesidades humanas y la poca capacidad de consumo de bienes y
serbvicios de la población ante el embate neoliberal demandan una adecuada
formación del Trabajador, venciendo el desfase entre el discurso y el ejercicio
profesional, como producto de la superación del divorcio entre el gremio y su
praxis y las Unidades Formadoras y su enfoque, que al no contar con la
unificación mínima, se disgrega, fracciona y divide la acción profesional.
En sí la concepción del curriculum
profesional en que se forme el Trabajador Social debe situar su praxis en el ámbito
político, de las políticas sociales, la cotidianidad poblacional y el ámbito
académico. Como parte de la educación superior, la enseñanza-aprendizaje del
Trabajo Social y de su metodología está íntimamente vinculada a la vida social
que enmarca el producto formativo, a su lógica, coyuntura, estructura, etc., lo
cual exige que lo que se enseña y aprende debe partir de la vida y llegar al
modo de vida en que se insertan los sujetos de la acción profesional para
facilitar, modificarla y transformarla, no y constituir un proceso puramente
formal e intrascendente al no pasar el criterio de verdad, la pràctica social.
CARACTERIZACIÓN CURRICULAR DE LAS ESCUELAS DE
TRABAJO SOCIAL DE LA
UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
Las Unidades Formadoras de Trabajo Social de la USAC , han surgido con
connotaciones curriculares distintas y en períodos distintos:
ESCUELA/CARRERA UBICACION FUNDACION
C.Trabajo Social CUNOC Quetzaltenango 1959
C.Trabajo Social CUNSUROC Mazatenango 1972
C.Trabajo Social CUSAM San
Marcos 1973
Escuela de Trabajo Social USAC Guatemala 1975
C.Trabajo Social CUNSURORI Jalapa 1988
C.Trabajo Social CUNOR Cobán 1988
C.Trabajo Social CUNOROC Huehuetenango 1988
En su origen, los objetivos de las carreras
de Trabajo Social no se plantean en forma clara y precisa, sino solamente
constituyen enunciados de corte humanitartia y social, de ahí que los objetivos
tienen a pretender contribuir al desarrollo del país, la solución a la
problemática social, buscar el bienestar y formar Trabajadores Sociales, los
cuales han variado, producto de procesos serios de reflexión ante el
cuestifonamiento de sectores universitarios autocrítica de los grupos docentes
y estudiantil, al interior de cada Unidad Formadora y el intercambio de
inquietudes y experiencias a nivel de las diferentes escuelas, así como el
impacto de la crisis económico-sociales en el espacio profesional. Sin que ello
significque una plena correspondencia con la realidad nacional y el curriculum.
Las diferencias encontradas en la
investigación realizada, señalan que las Unidades Formadoras se diferencian por
su proceso histórico, su oreintación filosófica, ideológica y política, dando
lugar a la coexistencia de tres perfiles formativos:
i. el
del CUNOC
ii. el
de Centros Regionales
iii. el
del Campus Central
Con un perfil académico que tratra de
responder a las exigencias del mercado profesional aunque limitando su oferta a
Trabajadores Sociales de Nivel Intermedio. Luego del análisis efectuado a los
diferentes perfile se puede caracterizar:
La tendencia es a ubicar la praxis
profesional en forma científica, enfatizando en la necesidad de poseer
conocimientos científicos, filosóficos y de las ciencias sociales que le
capaciten para explicar el funcionamiento y desarrollo de la sociedad;
investigar, conocer, analizar e interpretar históricamente la realidad social y
orientar su intervención en la transformación del país, con tendencia a brindar
mayor importancia a conocimientos
metodológicos y técnicos que le permiten actuar con eficiencia en sus
diferentes funciones y espacios profesionales.
En el ámbito teórico específico se espera que
el Trabajador Social articule orgánicamente la disciplina al campo de las
ciencias sociales básicas y aplicadas, combinando al estudio del componente
axiológico y deontológico que oriente al Trabajador Social hacia la práctica de
los valores, principios y objetivos de la profesión.
2. Aptitudes Psicomotrices
Destaca la capacidad perseguida de aplicación
de los conocimientos teóricos en la realidad y la utilización de estrategias
que estén en correspondencia con las condiciones objetivas y subjetivas, el
espacio profesional y con la naturaleza y funciones profesionales.
Así también se enfatiza en la capacidad de
adaptación a cualquier medio ecológico, se identifique con la realidad social
nacional y su compromiso con la población, como su capacidad de analizar,
interpretar, formular diagnósticos, comunicarse, jerarquizar intereses,
necesidades y problemas, tomar decisiones, planificar, administrar recursos y
relacionarse. Sin dejar de lado la capacidad y habilidad para la aplicación de
técnicas de promoción social, educación popular, organización, movilización y
autogestión social en la sistematización y teorización.
3. Actitud Profesional
La mayoría de las Escuela de Trabajo
Social pretende formar profesionales con
actitudes de tipo científico, compromiso profesional, formación
ideológica-política para desarrollar una acción crítica y transformadora en lo
micro y macrosocial. Sensibilidad social y actitud positiva ante la formación
permanente entre otras.
Los perfiles estudiados presentan cierta
coherencia con el objetivo de las escuelas, sin embargo, en la práctica
curricular, la investigación demostró que la mayoría de docentes y estudiantes
dan cuentra de la existencia de un perfil acaémico profesional pero no así de
su contenido y características básicas. Denotando falta de revisión,
actualización y socialización del perfil.
DISEÑO CURRICULAR Y CONTENIDOS CURRICULARES
El curriculum de estudios existente se
sustenta en los fundamentos políticos, económicos, sociales y académicos,
relacionados con sus objetivos.
Todas las escuela y carreras manifiestan
modificaciones curriculares, pero muchos de ellos no son esenciales y
determinantes dentro del proyecto político y pedagógico de las mismas,
manteniendo los aspectos centrales del curriculum inalterables. Los
procedimientos por lo general para los cambios señalados son verticales y
abstractos y no en forma participativa por los actores involucrados en la
enseñanza-aprendizaje.
El plan de estudios contempla un número
diferente de materiales para el nivel intermedio, así, el campus central
registra 37, CUNOC 28 y los Centros Regionales 27, mientras que el área
práctica también varía. El campus central presenta prácticas guiadas por la
metodología tradicional, el CUNOC, a nivel de Experiencias Docentes de las
simples a las muy complejas y los Centros Regionles presentan las práctica
integrales y los talleres del I al III, coincidiendo con el Ejercicio
Profesional Supervisado (E.P.S.). La
diferencia fundamental entre las diferentes prácticas radica en la concpeción
teórica, política e ideológica de la práctica misma y de la corriente
metodológica que se impulsa.
En ello juega un papel importante el perfil
de los docentes que están a cargo de los Trabajadores Sociales en las siete
Unidades Formadoras, de los cuales, a nivel de Trabajo Social solamente se
tiene, salvo unas doce excepciones el grado de licenciatura.
De acuerdo a lo conocido se puede establecer
que las curricula de estudios han sido elaborados sin considerar las normas
pedagógico-científica para alcanzar la excelencia académica por lo que el
diagnóstico curricular demanda la realimentación de los componentes
generadores, estructurales y de participación. Todo ello con el fin de alcanzar
una mejor formación para el egresado.
HALLAZGOS SOBRE LA METODOLOGIA DEL
TRABAJO SOCIAL
La investigación demostró que en las Unidades
Formadoras se da la existencia de diversos sistemas de categorías filosóficas
manifestándose predominio de la corriente idealista y sus variantes en relación
con la corriente material esta dialéctica y un marcado eclecticismo, lo que da
lugar a la coexistencia de diversas corrientes sociológicas y manifestaciones
ideológicas y humanísticas que permeabilizan y diluyen la estructura de la
disciplina, con impacto notorio en la concepción del objeto de estudio e
intervención, la concepción teórica y práctica de la metodología de intervención
y la práxis profesional.
Todo ello enmarca una sustentación
epistemológica y metodológica que debe ser revisada y fortalecida, considerando
que la categoría de metodología contiene los conceptos de métodos y técnicas,
la concepción teórica e ideológica que sustenta los procesos.
Lo anterior evidencia falta de unidad
conceptual acerca de la epistemología del Trabajo Social y de la misma
concepción de Trabajo Social que se enseña, asimismo se manifiesta dispersión y
falta de unidad de criterios y conceptos en la concepción del método en Trabajo
Social y en su enseñanza teórico-práctica. Se combina la enseñanza de la
metodología tradicional con la cual se acentúa la hegemonía del pensamiento
neoliberal, con la metodología en transición y el método científico aplicado a
diferentes niveles de intervención. Esa predominancia de una carga positivista,
funcionalista y pragmática a la enseñanza de la metodología del Trabajo Social,
derivando en una acción practicista o tareista.
En todo ello intervienen los elementos de la
práctica curricular. A nivel general afecta la falta de socialización y
análisis conjunto, trabajo reflexivo y de políticas globales tendientes a
unificar conceptos y criterios sobre el Trabajo Social y su sustentación
epistemológica, metodológica y axiológica, así como pedagógica.
Es importante resaltar que en todo caso la
metodología del Trabajo Social no debe ser parte soflamente del proceso de la Unidad Formadorta
en particular, o de un criterio docente, tampoco de un área de intervención
específica, sino obedece a una visión de totalidad, por lo que la formación de
los Trabajadores Sociales y la metodología del Trabajo Social debe contar con
mejores fundamentos producto de la unificación posible.
PROPUESTA DE METODOLOGIA UNIFICADA
La propuesta de metodología unificada que
presenta el equipo investigador se refiere a una visión de totalidad, que a
partir de lo que se enseña en las siete Unidades Formadoras puede unificarse en
tres momentos:
i. Investigación
ii. Sistematización
iii. Intervención
Momentos que pueden nutrirse a nuestro
criterio con los materiales existentes en todas la Unidades y que deben
ponerse en común en un proceso dinámico y gradual.
Estos momentos superan el enfoque etapista o
de acciones concretas que se enseñan y aprenden mecánicamente y se aplican
acríticamente en la realidad profesional.
Los componentes curriculares que se sugieren
para enseñanza-aprendizaje de la
Metodología del Trabajo Social, se refiere a los sujetos,
elementos y proceoss abarcando en:
Los sujetos: Las autoridades educativas, el
personal adminitrativo, personal técnico, personal docente y estudiantes.
Los elementos: Las normas generales de
aplicación, el curriculo mínimo, el pensum de estudios.
Los procesos: Investigación, programación,
implementación, ejecución y evaluación
Creemos firmemente en la necesidad de
intentar una unificación mínima a nivel curricular, a nivel de las siete Unidades
Formadoras de la
Universidad de San Carlos de Guatemala y de éstas con otras
Universidades a nivel nacional y regional, como una ventana que permita el
flujo realimentador de la formación profesional y la creación de una identidad
sólida, que permita con un actuar científico contextualizado, la conquista de
nuevos espacios de intervención, la sostenibilidad de ellos y de los espacios
tradicionales.
A nuestro entender, existen condiciones
objetivas comunes que son básicas para profpugnar esa unificación, aunque
reconocemos que hay diferncias en cuanto a los desarrollos académicos y
organizativos, experiencia acumulada, contexto geográfico, en lo
ideológico-político que fundamentan el fortalecimiento de la unidad de lo
diverso.
Esa unificación propuesta exige análisis
serenos pero serios, para ir más allá de un simple cambio de cursos, nuevos
métodos y técnicas de enseñanza, etc. trascendiendo a transformaciones
profundad y realistas que demandan nuevos espacios de investigación, reflexión
y discusión favoreciendo los procesos de reforma universitaria que se impulsan
en la USAC y en
diversas universidades del continente, donde sean extensivas esas posibilidades
y exista la demanda específica.
Para dicha unificación puede partirse de:
i. Promover la reestructura curricular
unificando en lo posible el perfil profesional y curricula de estudios, a nivel
de las Unidades Formadoras. implementando programas de formación y
actualización docente, de invetigación y sistematización.
ii. Considerar el contexto nacional, el
espacio ocupacional.
iii. Sistemarizar las experiencias comunes
para nutrir el proceso formativo de los Trabajadores Sociales.
A nuestro criterio, los alacnaces que se
pueden obtener de la unificación posible al respecto de lo tratado son:
-La superación de la dispersión de la Metodología del
Trabajo Social y su enseñanza-aprendizaje.
-La generación de las bases mínimas para
impulsar el desarrollo curricular y sus componentes unificados en las siete
Unidades Formadoras.
-La unificación posible para articular el
Trabajo Social y su enseñanza-aprendizaje dentro de la USA , fortaleciendo la unidad
de lo diverso.
-El fortalecimiento de las funciones de
investigación, docencia y extensión
-El perfeccionamiento de los docentes en
materia curricular y de la metodología de enseñanza-aprendizaje.
-La implementación de un curriculo mínimo a
nivel nacional.
-La actualización y unificación profesional.
CONSIDERACION
FINAL
La enseñanza-aprendizaje de la Metodología del
Trabajo Social puede convertirse en un eje articulador de la fundamentación de
la disciplina, coadyuvando a su fortalecimiento como tal, por ser el medio
entre la teoría y la práctica. Ffortalecimiento necesario ante los embates que
reciben actualmente las ciencias sociales y las políticas sociales, para hacer
sostenibles los espacios profesionales, dentro de una necesaria reconversión de
la práctica de los diferentes actores
ddel sistema profesional, a lo que puede contribuir la unificación
posible, del por qué debe saber el estudiante, qué debe enseñar, qué resultados
brinda en la práctica profesional lo que se ha enseñado y aprendido y qué
aporte se brinda a la población atendida con lo que se sabe y cómo se hace,
todo ello con el propósito de hacer congruente el proceso formativo con las demandas
del espacio ocupacional, la realidad nacional y la concepción profesional y la
aplicación de la innovación educativa a la academia tradicional.