15 SEMINARIO LATINOAMERICANO DE TRABAJO
SOCIAL
ANÁLISIS E IMPLICACIONES PARA
EL TRABAJO SOCIAL
DECANA DE TRABAJO SOCIAL
UNIVERSIDAD DE LA SALLE
Bogotá – Colombia
Guatemala, Julio de 1995
1. PRESENTACIÓN
Las políticas
públicas son consideradas en forma genérica como las directrices para llegar a
unos objetivos previamente establecidos. Constituyen un conjunto de respuestas
que da el estado frente a situaciones consideradas socialmente como
problemáticas.
Tradicionalmente
la formulación de políticas ha recaído en expertos que recogen la información
diagnóstica, la procesan, definen la población meta y situaciones deseadas;
elaboran los documentos y los entregan a las instancias que le dan aprobación a
nivel nacional, regional o local.
Este estilo
cobra matices diferentes en el marco de la Constitución Política
de Colombia del 91, que eleva la planeación a rango de norma superior, además
de proclamar la descentralización, la regionalización y la participación
ciudadana como principios fundamentales de la organización del Estado social de
derecho.
En el caso
específico de la política para el desarrollo de la mujer rural, se analizarán
las condiciones que hicieron posible su formulación y se presentarán algunos
esbozos del análisis de la misma.
Para el Trabajo
Social, se precisarán los factores que – en el orden de la formación política,
metodológica y técnica – se requieren en los distintos niveles que se
relacionan con la participación del profesional en la formulación, gestión, análisis
y evaluación de las políticas públicas.
Este
replanteamiento de las funciones del trabajador social, en el marco de las
políticas de desarrollo social, tiene que ver con las nuevas formas que asumen
las demandas de la sociedad civil, en este caso las mujeres rurales, implicando
para el Estado la disposición de programas diferenciados según los contextos
territoriales, étnicos y culturales específicos.
Estos son parte
de los desafíos que enfrenta el trabajador social y que debe abrir el camino
para un nuevo posicionamiento de la profesión en el próximo siglo.
En la presente
intervención trataré de plantear –a partir de una experiencia profesional- las
implicaciones que tiene este nivel de gestión para la formación del trabajador
social, para lo cual seguiré el siguiente orden: después de presentar el nuevo
marco para el desarrollo social y la participación comunitaria, formularé las
conceptualizaciones de Trabajo Social, políticas públicas, políticas de género
y mujer rural. A continuación me detendré en la presentación de la política
para el desarrollo de la
Mujer Rural en Colombia.
Para terminar
esbozaré algunas implicaciones que conlleva este proceso en la formación del
trabajador social. Finalmente pondré a su consideración unas reflexiones sobre
nuestro futuro profesional.
Esta
oportunidad de compartir con mis colegas de América Latina me fortalece en la
misión de convocar a los Trabajadores Sociales,
una nueva forma de hacer desarrollo, fortaleciendo la capacidad de la
mujer rural para liderar la paz, la conservación del medio ambiente, la
producción de alimentos y una vida digna y promisoria en el sector rural.
2.
EL
NUEVO MARCO DEL DESARROLLO Y LA PARTICIPACIÓN COMUNITARIA
2.1.
Estrategias
actuales del desarrollo en América Latina
Los estudiosos
han precisado para los últimos decenios, algunas situaciones que han
permanecido o que se han generado como consecuencia de los modelos de
desarrollo, estas son: la consolidación de los ámbitos urbanos y el detrimento
de lo rural; el desempleo urbanop y crecimiento de la economía informal; la
exclusión de sectores de la participación social y política; las grandes
desigualdades en la distribución del ingreso; el crecimiento del Estado y su
desarticulación, incompetencia y excesiva burocratización; la poca adecuación
del desarrollo a los procesos culturales de los grupos; el surgimiento de
distintos tipos de violencia y la incidencia de la escasa producción científica
y tecnológica en el desarrollo. Todo ello unido a la poca confianza que el
Estado brinda al ciudadano; la crisis de la justicia y la resolución de
conflictos por la vía armada.
En este
contexto se promueven como estrategias ineludibles la creación de un sistema de
convivencia que permita compatibilizar y dinamizar el interés colectivo;
implementar modelos de redistribución con crecimiento tratando de equilibrar
los sectores sin asignar liderazgos; fomentando la participación, la
descentralización, la planificación y la regionalización.
Frente a este
contexto el modelo macro-económico predominan te pretende reducir las
competencias y tamaño del Estado, para liberar la iniciativa y el poder del
interés particular disminuyendo los subsidios y apoyos a grupos, sectores o
regiones, fortaleciendo la globalización e internalización de la economía.
Esta conjunción
entre la inclusión democrática y la exclusión por la competencia del modelo
económico, debe estar soportado en sólidos procesos de organización y
participación gremial, sectorial o regional que canalicen el conflicto y
presenten propuestas creativas dentro del período de ajuste.
Sin embargo,
todos los enfoques actuales establecen que el desarrollo consiste en ampliar
las oportunidades de los individuos, lo cual comprende no sólo el acceso al
ingreso y el empleo, si no a la educación, la salud y a un entorno geológico y
ambiental seguros; a la participación comunitaria y al disfrute de los derechos
sociales y políticos.
Ello dentro de
la identificación de necesidades por género, para lograr la incorporación de
las mujeres al proceso y alcanzar la equidad en el desarrollo.
Como se concibe
hoy el desarrollo, existen dos condiciones fundamentales:
1)
Reconocer que la esencia de la sociedad no es la
satisfacción de las necesidades de cada persona, sino el respeto del potencial,
las posibilidades, las necesidades y los intereses de todos sus miembros. Este
es el carácter sustentable.
2)
Acordar que las opciones de la generación actual
no se deben mejorar en detrimento de las opciones de generaciones futuras. Este
es el carácter sostenido del desarrollo.
En síntesis, las
estrategias del nuevo modelo a construir serían:
-
Fomentar el desarrollo sostenido, estable y
humanitario.
-
Reasignar recursos públicos hacia servicios
sociales para permitir el acceso a los grupos pobres.
-
Fortalecer las relaciones democráticas y la participación
ciudadana.
-
Centrar el desarrollo en las personas y
considerarlo no sólo problema del Estado central sino de las instancias
regionales y locales.
-
Fortalecer la capacidad de la sociedad civil
para gestar y concertar procesos a nivel local, regional y nacional.
-
Convocar a las organizaciones no gubernamentales
que tengan ventajas sobre las gubernamentales.
-
Invertir en las personas para que liberen su
iniciativa, afiancen su identidad y accedan a nuevos conocimientos y formas de
organización.
-
Impedir la degradación ambiental a través de
proyectos de desarrollo sustentable con tecnologías apropiadas.
-
Vincular al desarrollo a las minorías étnicas y
a los grupos discriminados por género, situación política o territorial.
-
Estimular los derechos y las libertades
democráticos y la prensa libre.
-
Invocar intereses comunes como atención y
saneamiento básico, salud y educación o las comunidades pobres.
-
Contrarrestar los grupos de poder con el
empoderamiento de base.
-
Buscar el consenso frente a metas de desarrollo humano.
2.2.
La
participación comunitaria en la formulación de las políticas
La
participación de la comunidad es una estrategia de desarrollo que implica una
mejor distribución del pode y de los recursos dentro del concepto de democracia
participativa. Para este tipo de democracia la comunidad organizada es
cogestora del desarrollo.
La creación de
grupos autónomos y autogestionarios, supone movilizar y organizar a la
población de acuerdo con su experiencia histórica y su estructura de poder
particular, donde la participación comunitaria se contextualiza en procesos
concretos dentro de planes y programas de desarrollo sectorial –educación,
salud, vivienda, desarrollo rural o territorial –regional, departamental,
provincial o municipal.
La
participación de la sociedad civil tiene una ventaja ético-política en cuanto
legítima los procesos y hace partícipe a los grupos de las decisiones del
Estado. En el orden técnico, promueve el conocimiento del entorno y la
identificación de necesidades; compacta los esfuerzos comunitarios; desarrolla
en la población habilidades políticas y pedagógicas y organiza el trabajo según
los distintos niveles de investigación, gestión y evaluación. En el orden del
desarrollo humano, da la posibilidad de descubrir y fortalecer potencialidades;
genera relaciones armónicas y dialógicas y permite la equidad en la medida en
que equilibra la contribución permanente e integral de cada individuo o grupo a
la colectividad.
Reflexionando
sobre las ideas precedentes es importante resaltar que sólo a partir de la
participación comunitaria se podrá llegar a la formulación de estrategias de
desarrollo que partan de los grupos en subculturas, etnias y condiciones
territoriales específicas y tiendan a la preservación de la especie humana y al
mejoramiento de las condiciones de vida, conservando los recursos naturales y
fortaleciendo las capacidades autogestionarias de los actores.
-
Criterios generales de organización y
participación comunitaria.
Para realizar
procesos participativos que tengan sentido y pertinencia, propongo los
siguientes criterios:
1)
Son las mujeres y hombres adultos, jóvenes y
personas maduras los que mejor pueden identificar y juzgar los problemas de sus
comunidades y las más idóneos para resolverlos. Este planeamiento excluye las
posturas paternalistas, directivas y/o dominantes en el trabajo con la
comunidad, que en el pasado hicieron presencia, desvirtuando la acción
comunitaria y generando actitudes pasivas frente al desarrollo.
2)
I)Los agentes que promueven la comunidad deben
dejar campo a un proceso centrado en fortalecer la autoestima de los miembros
de la comunidad, reforzando sus valores, su capacidad de trabajo y de toma de
decisiones, su solidaridad y su sentido práctico.
3)
Complementariamente, el desenvolvimiento de
actitudes positivas –en relación con las actividades cotidianas- se transforma
en elementos que generan autonomía, capacidad creativa, autrocrecimiento y
responsabilidad y también un proceso de reconocimiento, valoración y proyección
de su patrimonio cultural, político y socio-cultural.
4)
Así mismo, la participación y organización de la
comunidad, es una forma de permitir que la gente organice, canalice y movilice
sus energías y capacidades para mejorar su nivel de vida. Este proceso requiere
motivación, respeto absoluto a la iniciativa popular y responsabilidad en la
conducción.
5)
De otro lado, el papel de los profesionales del
Estado y las organizaciones es el de colaborar, animar y apoya a las
organizaciones de base para que las estrategias de sobrevivencia, pasen de ser
experiencias individuales a experiencias colectivas, tratando de que los
sectores populares asuman sus propia iniciativa.
6)
Finalmente, se propone la integración entre el
conocimiento popular y el conocimiento científico como articulación necesaria,
más no suficiente, para asumir la construcción de la comunidad como un proceso
permanente, donde los resultados obtenidos nunca son concluyentes ni
definitivos. Estos obedecen a coyunturas en contextos en permanente cambio y
deben dar cuenta de las características y necesidades específicas de cada
comunidad, para confrontarlos en forma permanente con los niveles macro.
-
La participación comunitaria como estrategia de
desarrollo
Lograr que la
participación comunitaria sea realmente una estrategia de desarrollo, implica
un esfuerzo de pedagogía comunitaria orientado a:
. Reforzar los
grupos locales, dando prioridad a la participación de mujeres y jóvenes.
. Potenciar la
capacidad de los grupos para identificar y resolver problemas comunes.
. Rescatar las
relaciones cotidianas de vecindad, colaboración y ayuda mutua, como principios
de solidaridad y cooperación.
. Superar la
incredulidad y apatía de las comunidades frente al Estado.
. Afianzar la
descentralización municipal, promoviendo la participación comunitaria en los
espacios de concertación con el Estado.
. Fortalecer
las organizaciones de carácter veredal o municipal que representen intereses
concretos y suministren al grupo servicios básicos.
. Formar
cuadros de base que alimenten los procesos de desarrollo en articulación con
las iniciativas municipales.
. Apoyar la
contratación con organizaciones comunitarias y campesinas para la ejecución de
proyectos locales.
. Impulsar las
formas de control y veeduría de la comunidad sobre los proyectos, para
racionalizar la inversión y ejercer una supervigilancia directa frente a los
recursos del Estado o las ONGS.
. Rescatar las
formas endógenas que asume la participación en cada municipio y dinamizar sus
identidades culturales.
Todas estas
suponen acciones de investigación, capacitación, orientación y fortalecimiento
institucional, para apoyar con mayor eficiencia y eficacia los procesos del
desarrollo que se proponen.
3.
ALGUNAS
CONCEPTUALIZACIONES BASICAS
3.1.
Trabajo
social
Es una
profesión social que realiza estudios sistemáticos de situaciones específicas
en grupos humanos, para ´royectar, orientar, coordinar, dirigir y evaluar
procesos de cambio y/o de ajuste estructural en el marco del desarrollo social.
Quienes tenemos la opción por la democracia participativa, como el mejor proyecto
histórico para institucionalizar en América Latina, consideramos que los
procesos de cambio pertinentes son los que conducen a un desarrollo social
sustentable y sostenido históricamente en forma justa y equitativa.
El Trabajo
Social, privilegia su actuar en los campo del desarrollo humano y la familia;
la planeación y el desarrollo comunitario; y la gerencia y el bienestar social.
3.2.
Políticas
Públicas
Son decisiones
provenientes del sistema político que nos permiten observar al Estado en
acción.
Las políticas
públicas surgen generalmente de enfoques de desarrollo que las legitiman y las
perfilan. Dentro de estos, el papel del estado y la concepción de lo social,
cambian de significado y determinan los enfoques y estrategias de las
políticas. Por ejemplo en el modelo neoliberal, el Estado tiende a no
intervenir, dejando un campo mayor al juego de los intereses privados. Esta
postura se traduce en políticas de marco global, de una gran flexibilidad en
cuanto a su implementación, dando lugar a experiencias diferenciadas por
regiones, donde factores como la capacidad técnica de los funcionarios; el
aparato institucional público y privado; el movimiento organizativo de la base
social y la situación socio-cultural –en relación a la condición y posición de
la mujer- afectan la concepción y puesta en marcha de la política.
En términos
contemporáneos se consideran tres fundamentales en la gestión de las políticas
públicas: la formulación, la implementación y el seguimiento y la evaluación.
En la etapa de
formulación, existen tres momentos esenciales: la predicción, la decisión y la
acción.
Predicción: es
concebir un futuro deseado como referencia hacia el cual tenderán todas las
medidas administrativas y técnicas que se tomen. Describe los nuevos escenarios
que se alcanzaría como fruto del cambio. Supone partir de un análisis de
situación con participación de los actores para formular los objetivos y
resultados sobre la población meta identificada.
Decisión: es un
proceso que involucra la racionalidad y la voluntad. La primera hace relación a
la disposición de la información, procedimientos, instancias organizativas de
decisiones y/o personas que intervienen sobre materias generales o
particulares. La voluntad, es el deseo expreso y manifiesto de asumir el
carácter político de tales decisiones. Es convertir en mandato las “buenas
intenciones” o el discurso, que muchas veces encuentra contradicciones dentro
del mismo Estado. Debe acompañar la asignación de los recursos técnicos,
administrativos y financieros apropiados en cantidad y cualidad.
Acción: la
concreción de la política formulada en acciones es, por lo tanto, condición
necesaria para su ejecución. Este elemento es el que da legitimidad total a la
política pública en cuanto responde al “como” llevar a la práctica el conjunto
de decisiones que el Estado ha definido para responder a la situación
diagnosticada. Requiere de una definición minuciosa de las estrategias y
metodologías, incluida la previsión de acciones interfases; las condiciones
previas de despeje y el montaje de un sistema de seguimiento y evaluación.
3.3.
Las
políticas de género
Haciendo una
aproximación, diríamos que las políticas con perspectiva de género, suponen
responder a necesidades de hombres y mujeres.
El concepto de
género surge como una categoría analítica al considerar lo masculino y lo
femenino en los ámbitos doméstico, productivo y comunitario. Se manifiesta en
posiciones, actitudes, comportamientos o roles específicos construidos en
procesos históricos socio-culturales.
En este enfoque
se entiende el género en el contexto y desde el contexto, para designar las
relaciones entre hombres y mujeres en los ámbitos de la subjetividad y de las
múltiples relaciones del entorno.
En el marco de
las políticas públicas –económicas y sociales- podríamos diferenciar:
-
Políticas dirigidas a satisfacer las necesidades
prácticas de género, es decir incidir en las condiciones de vida de las
mujeres.
-
Políticas dirigidas a satisfacer necesidades
estratégicas de género orientadas a modificar la subordinación de género.
Las primeras,
enfatizan en las relaciones deseables entre las necesidades de las mujeres y la
oferta de servicios del Estado y/o las ONG, para responder a ellas con
oportunidad y eficiencia.
Las segundas,
apuntan a modificar las estructuras mentales y las prácticas sociales –de
hombres y mujeres- en búsqueda de unas relaciones más equitativas dentro de un
marco de desarrollo humano.
El énfasis en
uno u otro tipo de políticos, se decide de acuerdo a las condiciones de
desarrollo del problema; el marco institucional y el grado de conciencia o
poder alcanzado por las mujeres. Sin embargo, en situaciones agudas de
discriminación y pobreza, se requiere una combinación de los dos enfoques.
Las políticas
sectoriales, debe estar orgánicamente vinculadas al desarrollo personal de la
mujer conservando la integralidad del enfoque, en respuesta a la complejidad de
sus necesidades. Sin querer ser exhaustiva, se proponen como mínimo las
siguientes:
-
El aumento de la competitividad de la mujer en
el ámbito productivo.
-
La apertura de oportunidades de acceso a
servicios económicos y sociales, en igualdad de condiciones que el hombre.
-
El desarrollo de capacidades para participación
y concertación a nivel de las organizaciones no gubernamentales y el Estado.
-
El incremento de servicios municipales a través
de los mecanismos de descentralización, por ser este el espacio más cercano a
las necesidades de las mujeres.
-
El apoyo a su desarrollo personal: salud,
nutrición, educación, vivienda y saneamiento básico.
-
El fortalecimiento de sus organizaciones de base
y de su capacidad d decisión y getsión.
-
El apoyo a su rol familiar, favoreciendo el
trabajo doméstico y la crianza de los hijos.
3.4.
Mujer
Rural
La categoría
“mujer rural” se refiere a la mujer que habita en zonas rurales, independientemente
de la actividad económica que desarrolle: productora agrícola, asalariada en
actividades agropecuarias, agroindustriales de servicios, artesanales, mineras,
comercio, etc.
La categoría
“mujer campesina” se refiere a la población femenina que deriva su ingreso
principal –monetario o en especie- de la explotación agropecuaria directa, ya
sea en producción, comercialización o transformación, independiente de la
posición del cónyugue respecto a los recursos productivos.
Existen
diferencias de posición y condición de la mujer según el tipo de economía en la
cual se ubique: atrasada o de infrasubsistencia, con escasos recursos para la
producción y mayores índices de pobreza; las mujeres en economías campesinas de
subsistencia, con técnica, servicios productivos y organización para la
producción; las mujeres de economía campesina articulada al mercado, con buenas
condiciones de competencia y necesidad de fortalecer la gestión empresarial y
la organización para el mercado.
4.
LA POLÍTICA PARA EL DESARROLLO DE LA MUJER RURAL
4.1.
La
formulación de la política
Correspondió a
Colombia ser el primer país latinoamericano que formuló una política para la
mujer campesina en 1984.
En 1992, el
Gobierno solicita a la FAO
una Misión para proponer un plan de acción para la mujer rural, que sirve de
base para la formulación de la
Política para el Desarrollo de la Mujer Rural aprobado
por el CONPES[1]
(1) en Enero de 1994.
Los aspectos
metodológicos más importantes del proceso fueron:
A)
Análisis de contexto
Comprendió
cinco grandes áreas:
-
Mujer y desarrollo rural (estadísticas
disponibles)
-
El aparato estatal nacional, regional,
departamental y local.
-
Políticas de desarrollo rural y de la mujer
vigentes.
-
Respuesta y limitaciones estatales.
-
La participación de las mujeres organizadas.
En la
configuración del diagnóstico, se efectúo un proceso de recolección, de
discusión y verificación de la información. Se utilizaron como técnicas: El
análisis documental, entrevistas y encuestas sobre información puntual.
El conjunto de
esta información se procesó y se complementó con visitas de campo a
departamentos, provincias y municipios.
B)
Selección del enfoque de género
A medida que se
iba identificado al situación de la mujer y el marco de políticas anteriores,
se fue precisando el enfoque de género en desarrollo. Con este se busca que las
mujeres asuman su autodeterminción económica, social y política, a través de
dos estrategias: la participación directa en las instancias de toma de
decisiones sobre políticas públicas y promoviendo su acceso y control de los
recursos productivos y su participación en los beneficios. Además este enfoque
supera las concepciones anteriores involucrando lo social como componente
esencial del desarrollo humano de las poblaciones rurales.
Así mismo,
sugiere al Estado (central, departamental y local), [2]modificaciones en los
procesos de planificación para acercar la oferta institucional a las
necesidades de las mujeres y fortalecer la participación de las organizaciones
en los espacios de concertación, en el marco de la descentralización.
C)
Definición de la población meta y los objetivos
La información
recolectada y el enfoque definido, sirvieron de base para la definición de la
orientación del plan.
El proceso se
realizó una construcción interdisciplinaria que incluyó la valoración de lo
propuesto como deseable a tres años de ejecución dentro de los lineamientos de
desarrollo rural, modernización del sector y descentralización municipal.
La formulación
se concertó con los directivos y técnicos de las entidades para desglosar metas
y acciones.
La
caracterización de la población meta, planteó grandes discusiones teóricas,
metodológicas y de competencias institucionales entre mujer rural, campesina e
indígena, que condujeron a seleccionar a la mujer rural como beneficiaria de la
política.
D)
Estructuración del plan
Como resultado
de las discusiones y diálogos se acordó que el documento tuviera cuatro partes:
la primera relacionada con el diagnóstico de la mujer en la economía campesina;
las políticas marco, su justificación y otros elementos de referencia de orden
institucional y supragubernamental. Una segunda, en donde se formulan los
objetivos, el enfoque, la estrategia general, la población objetivo y la
direccionalidad del plan. La tercera, donde se precisan los niveles de
intervención, los resultados esperados y lineamientos de oferta institucional,
según áreas de intervención que constituye la parte operativa del plan. Y la
cuarta, se refiere a la organización para la ejecución, sistema de seguimiento
y evaluación, puesta en marcha del plan y cronograma de actividades.
El documento se
complementa con un anexo en donde se describe el perfil de las entidades del
sector agropecuario.
E)
Proceso de concertación del plan preliminar con
el sector, especialistas y mujeres organizadas:
1)
Grupos Gerenciales del sector agropecuario.
Buscando
obtener aportes a la propuesta preliminar se realizaron 13 talleres con la
participación de directivos y técnicos del Instituto Colombiano Agropecuario
(ICA); Instituto de Mercadeo Agropecuario (IDEMA); Fondo de Desarrollo Rural
Integral (DRI); Caja de Crédito Agrario; Fondo de Inversión Agropecuaria
(FINAGRO); Instituto Nacional de Meteorología y Adecuación de Tierras (HIMAT,
hoy INAT); Instituto de Recursos Naturales (IDERENA, hoy Ministerio del Medio
Ambiente) y el Instituto de Reforma Agraria (INCORA), que hicieron sus
adiciones o propusieron modificaciones al plan preliminar. En conjunto, se
logró un consenso con el plan.
2)
Discusión con especialistas
En la fase de
formulación del plan y en la búsqueda del consenso, se consideró importante
discutir los aspectos centrales del documento con expertos en planeación para
el desarrollo rural; investigadores sobre género especialistas en
reestructuración institucional –en el contexto de la modernización y la
apertura económica- en el sector agropecuario.
3)
Concertación con las organizaciones de mujeres
Se realizaron
múltiples talleres con mujeres provenientes de todo el país. Además de
presentar sus propuestas y recomendaciones, esta labor sirvió como espacio
pedagógico de inducción y análisis sobre la nueva perspectiva de la política y
su papel.
F)
Formulación del plan definitivo
En esta fase,
se procedió a revisar y ajustar el documento para su presentación al Ministerio
de Agricultura, el Jefe del Departamento Nacional de Planeación, la Consejería Presidencial
para la Juventud ,
la Mujer y la Familia ; y la Primera Dama de la Nación.
Con el fin de
realizar el análisis y el ajuste del plan de las políticas macro, se conformó
una comisión evaluadora.
4.2.
La
institucionalización y puesta en marcha del plan
Una vez
aprobado el plan, por el Ministerio de Agricultura, se pasó de la fase de
diseño a su operacionalización.
Con el apoyo
del Departamento Nacional de Planeación y la Consejería Presidencial
para la Juventud ,
la Mujer y la Familia de la Presidencia de la República , se
configuraron dos convenios, con el apoyo técnico del IICA. Con estos recursos
se constituyó el equipo con el que se dio inicio a la elaboración metodológica
necesaria para la ejecución del plan.
A fin de
legitimar las acciones al interior del Ministerio de Agricultura se
institucionalizó la
Secretaría Técnica de Mujer Rural, como instancia máxima de
coordinación, dependiente del Viceministerio.
1)
La adecuación de las instituciones del sector
agropecuario, para incorporar la perspectiva de género a los sistemas de
planeación y operación. Ello implicó una modificación de sus procedimientos
administrativos, planes de desarrollo y capacitación para los funcionarios.
2)
La asesoría a las entidades territoriales
(departamentos y municipios) para que –sin perder su autonomía- generaran los
mecanismos para incorporar el enfoque de género en sus planes, programas y
proyectos de desarrollo, según sus competencias.
3)
El fortalecimiento de la capacidad de gestión y
participación de las mujeres organizadas, en las instancias de toma de
decisiones a nivel municipal, departamental y nacional.
4)
El diseño de materiales de divulgación,
información y capacitación, orientados a funcionarios públicos, organismos no
gubernamentales y a mujeres, para apoyar su participación como agentes del
plan.
Estas
estrategias, se acompañaron con un sistema de seguimiento y evaluación para el
monitoreo de los avances regionales e institucionales y la evaluación del
impacto de las acciones diseñadas.
El
posicionamiento del plan al interior del ministerio, ha presentado cierta
debilidad, debido a los cambios de funcionarios y la crisis del sector
agropecuario, que ha significado fijar objetivos en otras áreas prioritarias.
Sin embargo, el proceso de implementación en el Ministerio, ha significado la
elaboración de las metodologías de trabajo de cada área; los mecanismos de
coordinación al interior del Ministerio; y los procesos difusión y concertación
para su puesta en marcha.
Obtenida la
voluntad política para la formulación del documento CONPES, que se venía
demandando desde las organizaciones de mujeres, el equipo apoya su
estructuración en dos vías: afinamiento del diagnóstico y definición de las
acciones de las instituciones adscritas o vinculadas al Ministerio.
El texto
aprobado en Enero de 1994 busca, en su conjunto, el logro de mejores
condiciones de vida de la mujer rural, reconociendo sus necesidades en el
ejercicio de los roles doméstico, productivos y políticos y su aporte como
agente del desarrollo integral desde su contexto particular.
La
conceptualización básica se enmarca en los nuevos procesos de
descentralización, la política de reactivación del sector y la necesaria
convergencia entre el desarrollo rural y social de las comunidades.
A partir de la
promulgación de la política, se articula y legitima el plan de acción y se
sustentan las bases para su desenvolvimiento gradual.
4.3.
Algunos
resultados de la política
A-
A nivel central
1)
El ajuste del plan d ejecución, a los
requerimientos de las políticas del sector; a la política para la participación
y equidad para la mujer; y al marco de planeación del sector agropecuario.
2)
La formulación de un diagnóstico sobre la
situación de la mujer en el país, conformando una base datos, que se ha ido
complementando con estudios puntuales desarrollados por el BID, el IICA, el PNR
y algunas de las entidades del sector,
3)
La articulación de los objetivos y marcos
institucionales con la reestructuración del Ministerio de Agricultura y
Desarrollo Rural y de algunas de las entidades del sector.
4)
La creación de la oficina de Mujer Rural en el
MAG.
5)
La definición de marcos de coordinación intra e
intersectorial de mujer rural, grupos focales y comités técnicos, etc.
6)
La redefinición del presupuesto propio para
mujer rural que para 1995 es cuatro veces los ejecutado en 1994.
B-
A nivel de la áreas de intervención
1)
Nueve entidades del sector con planes de
adecuación definidos y en proceso (ICA, CORPOICA, DRI, IDEMA, INAT, INCORA,
INPA Instituto Nacional de Pesca, CAJA AGRARIA y FINAGRO).
2)
Procesos de identificación de la demanda y de
adecuación de los sistemas de información en marcha.
3)
La adecuación de los sistemas de planeación,
seguimiento y evaluación a través de un proceso de ajuste gradual donde se
cruzan la modernización de las entidades, la democratización de los servicios y
la descentralización de la planeación. En la actualidad, se está aplicando en
las instituciones la ficha de recolección de información por proyecto, a
excepción de la Caja
Agraria y Finagro.
4)
La capacitación de funcionarios, ha logrado
impactos positivos en la vinculación a la política; a sus estrategias; a
dotarlos de elementos para adoptar nuevos comportamientos y a cambiar los
sistemas y procedimientos institucionales. Se han capacitado 600 funcionarios,
incluidos algunos del nivel regional.
5)
Diseño de materiales de comunicación, con
perspectiva de género, a través del enfoque que informa sobre las experiencias
y avances en cada entidad.
C-
En las
gobernaciones y municipios
El apoyo a las
administraciones departamentales, se ha centrado en las siguientes acciones y
resultados:
1)
Priorización de departamentos por índices de
participación de la mujer (empleo, ingreso, jefatura de hogar, trabajadores sin
pago).
2)
Se ha iniciado un trabajo de adecuación de los
sistemas de planeación con las Unidades Departamentales e Cofinanciación UDECO.
3)
Se han seleccionado acciones estratégicas para
incluir en el plan de desarrollo programas específicos orientados a las
mujeres.
4)
Inducción y capacitación a 300 funcionarios en
10 departamentos.
5)
Formulación de planes de acción departamental,
para coordinar acciones integrales hacia la mujer y adecuar los sistemas.
El apoyo a los
municipios se ha hecho utilizando estretegias que maximicen las acciones y han
consistido en:
6)
Capacitación a coordinadores de UMATA, SINTAP,
FONDO DRI.
7)
Reuniones con Alcaldes y Alcaldesas para
difusión, envío de material gráfico y visual.
8)
Revisión de los programas agropecuarios
municipales en algunos casos.
9)
Incentivos de diagnósticos veredales y
municipales, con metodología participativa.
D-
En el fortalecimiento de la participación y la
organización de las
mujeres
rurales. En esta área se ha privilegiado el acompañamiento a la formulación de
propuestas y concertación en los ámbitos departamentales y nacionales.
Por lo tanto se
han adelantado las siguientes acciones:
1)
Conocimiento de la situación de la mujer rural
en 10 departamentos, a partir de diagnósticos participativos.
2)
Caracterización de la organización de las
organizaciones regionales y sus respectivos liderazgos.
3)
Elaboración del directorio de ONG’S por
departamentos.
4)
Capacitación de 1000 mujeres en:
-
Fortalecimiento de la participación en los
espacios de concertación.
-
Formulación y gestión de proyectos.
-
Democracia y convivencia ciudadana.
E-
En el montaje del sistema de seguimiento y
evaluación. En esta área se han adelantado las siguientes acciones:
1)
Diseño de un sistema de información con
perspectiva de género.
2)
Metodología para el seguimiento de la política.
3)
Seguimiento para actividades de capacitación.
F-
En el área de comunicaciones tenemos los
siguientes logros:
1)
Material de divulgación (vídeo, afiches y
documentos).
2)
Producción de material de información
secuencial.
3)
Diseño y producción de material de capacitación,
apoyado hoy por el convenio UNICEF-MAGDR.
G-
En proyectos productivos hemos hecho los
siguientes avances:
1)
Identificación de la demanda y orientación
institucional.
2)
Seguimiento y evaluación de proyectos
demostrativos o en proceso.
3)
Diseño de planes de capacitación para la
formulación de proyectos de cofinanciación local.
5.
IMPLICACIONES EN LA FORMACION PARA EL
TRABAJADOR SOCIAL
Del análisis
del proceso realizado, se infiere claramente la necesidad de una sólida
formación secuencial que capacite para responder racional, eficaz y
creativamente a los requerimentos –técnicos y políticos- que conlleva la
formulación y puesta en marcha de una política pública en el área social.
Algunos de estos requerimentos son:
1)
Comprensión de la realidad social, como una
totalidad que se entrelaza en sistemas de relaciones diversas y complejas, que
exigen ser abordadas y manejadas desde lógicas pertinentes.
2)
Capacidad de trabajar interdisciplinariamente,
estableciendo diálogos creativos y productivos con otros saberes y disciplinas.
3)
Actitud y posibilidad de actuar e interactuar
con diversos grupos en extracción y condiciones, que permitan una visión amplia
de los procesos culturales y su potencialidad de transformación.
4)
Conocimiento analítico de la dinámica social, a
fin de identificar las demandas de la sociedad civil y las respuestas que
pueden constituir una política de estado, dentro del marco del desarrollo, sus
competencias administrativas y viabilidad operativa.
5)
Compromiso con la misión, credibilidad en los
actores y construcción de condiciones operativas, en marcos institucionales
concretos.
6)
Capacidad propositiva para formular alternativas
de desarrollo social equitativo, competitivo y sostenible, con criterios éticos
de factibilidad técnica y de temporalidad.
7)
Condiciones de liderazgo dentro de los equipos
técnicos y políticos.
8)
Capacidad de negociación y concertación con
grupos, identificando sus intereses y potencialidades.
9)
Disciplina de estudio y aporte teórico,
superando el activismo y el empirismo que ha caracterizado nuestra profesión.
10)
Habilidad metodológica para el análisis de
situaciones y su valoración estructural y coyuntural, para la disminución de la
incertidumbre.
6.
A
MODO DE CONCLUSION
El trabajador
social debe ser ante todo un intelectual identificado y comprometido con los
procesos de cambio y transformación social. Por lo tanto, debe ser capaz de
comprender la complejidad de la sociedad contemporánea: el orden y el caos, lo
teórico y lo práctico, lo macro y lo micro, lo coyuntural y lo estructural; lo
teórico y lo metodológico; lo objetivo y lo subjetivo…
Como lo
expresara Octavio Paz en el “Laberinto de la Soledad ”, “el dualismo inherente a toda sociedad,
y que toda sociedad aspira resolver transformándose en comunidad, se expresa en
nuestro tiempo de muchas maneras: lo bueno y lo malo, lo permitido y lo
prohibido, lo ideal y lo real, lo racional y lo irracional, lo bello y lo feo,
el sueño y la vigilia, los pobres y los ricos, los burgueses y los proletarios,
la inocencia y la conciencia, la imaginación y el pensamiento…”
Los invito a
que el entorno natural - humano y social – no nos sea extraño; y a que en el de
nuestro continente rural, reconozcamos y potenciemos a la mujer.
MUCHAS GRACIAS
BIBLIOGRAFIA
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propuesta sobre el tema de la
Equidad. Costa Rica IICA.
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[1] Consejo Nacional de Política
Económica y Social, conformado por los Ministros del Sector Social y Económico.