domingo, 25 de marzo de 2012

EL CASO DE LAS COOPERATIVAS DE TRABAJO DE SAN ANTONIO DE LOS COBRES

NOMBRE Y APELLIDO: LIC.  ANDRIANA MARIEL FERNANDEZ
TITULO:EL CASO DE LAS COOPERATIVAS DE TRABAJO EN SAN ANTONIO DE LOS COBRES 
EJE TEMÁTICO: POBREZA Y DESARROLLO
MODALIDAD DE PRESENTACIÓN MESA PANEL
INSTITUCIÓN: CENTRO INTEGRADOS COMUNITARIO (SAN ANTONIO DE LOS COBRES SALTA) MINISTERIO DE DESARROLLO SOCIAL DE LA NACION ARGENTINA

El caso de las Cooperativas de Trabajo de San Antonio de los Cobres

“Nuestra lucha es por el respeto a nuestro derecho a gobernar y gobernarnos,
 y el mal gobierno impone a los más la ley de los menos.
Nuestra lucha es por la libertad para el pensamiento y el caminar,
y el mal gobierno pone cárceles y tumbas.
Nuestra lucha es por la justicia,
y el mal gobierno se llena de criminales y asesinos,
techo, tierra, trabajo, pan, salud y educación.
Independencia, democracia, libertad.
Estas fueron nuestras demandas en la larga noche de los 500 años,
estas son hoy nuestras exigencias.
Hermanos y hermanas de otras razas y otras lenguas,
 aquel a cuya mano se acerque este manifiesto,
que lo haga pasar a todos los hombres y mujeres de esos pueblos.”
Sub-comandante Marcos

Enmarcado dentro del Plan de Desarrollo local y Economía Social "Manos a la Obra" del Ministerios de Desarrollo Social de la Nación (Argentina – 2006), encontramos las cooperativas de trabajo conformadas para la construcción de los CICs. En este caso, se tomará para el análisis, las cooperativas que se encuentran construyendo el CIC de San Antonio de los Cobres, Provincia de Salta, en relación a los objetivos del Plan, las conceptualizaciones en torno a las “nuevas políticas sociales” -cuyos principios fundamentales son: articulación (interjurisdiccional, interinstitucional, interactoral), integralidad (apuntando al conjunto de los aspectos que atañen la vida de las personas), territorialidad, identidad, participación, protagonismo, construcción “de abajo hacia arriba”- y los principios y valores cooperativos. Las categorías sociales utilizadas para el análisis son: Estado, Sociedad Civil, Desarrollo local, Comunidad, Organizaciones sociales, nivel de compromiso político, Territorio, Identidades, mercado. La Localidad de San Antonio de los Cobres, Departamento Los Andes, se encuentra en la región puneña de Salta, a 4.000 mts. de altura, a 170 Km. de la ciudad de Salta por camino de altura y con tramos en malas condiciones y presenta muy bajas temperaturas y fuertes vientos. El material de la práctica que posibilita este análisis son las crónicas de entrevistas y reuniones realizadas durante el trabajo con las cooperativas, con responsables de Programas Provinciales y Nacionales (Programa Provincial de Acción Cooperativa y PYMES y referente territorial del Registro de Efectores) y con autoridades municipales. El tipo de cooperativas conformadas en este caso, son de trabajo y están compuestas por beneficiarios del PJJHD y desocupados.

El Plan “Manos a la obra” (desarrollo local y economía social), según su letra, se propone mejorar la calidad de vida de las familias y generar condiciones contextuales que permitan avanzar hacia el logro de un desarrollo social y económicamente sustentable, busca promover  la inclusión social a través de la generación de empleo y de la participación en espacios comunitarios utilizando los recursos humanos, naturales, culturales y económicos que se encuentren instalados en la comunidad en un marco de equidad y participación social.
Como objetivos se promueven:
§        Contribuir a la mejora del ingreso de la población en situación de vulnerabilidad social en todo el país.
§        Promover el sector de la economía social o solidaria mediante el apoyo técnico y financiero a emprendimientos productivos de inclusión social generados en el marco de procesos de desarrollo local.
§        Fortalecer a organizaciones públicas y privadas, así como espacios asociativos y redes para mejorar los procesos de desarrollo local e incrementar el capital social a nivel local, y generar mayores capacidades y opciones a las personas promoviendo la descentralización con la participación de los actores locales.
El Plan se constituye como un sistema de apoyo a las iniciativas de desarrollo socioeconómico local destinado particularmente a los sectores de bajos recursos.
A partir de la implementación del mismo se brindará:
·                    Apoyo al ingreso de las familias en situación de pobreza, asegurando un ingreso y promoviendo la inclusión social a través de la participación en proyectos productivos locales y de acciones dirigidas a desarrollar capacidades para el trabajo.
·                    Se prevé la incorporación de beneficiarios de programas de ingreso a emprendimientos productivos. Para ellos se está trabajando en forma articulada con el Plan Jefes y Jefas de Hogar, el Programa Familias por la Inclusión Social y el Programa de Empleo Comunitario (PEC).
·                    Fortalecimiento de Espacios Asociativos locales e interinstitucionales con el objetivo de ampliar su capacidad de intervención en el abordaje de las políticas sociales desde la perspectiva del desarrollo local.
Sus componentes son:
§        Apoyo económico y financiero. Este se orienta a: emprendimientos productivos (unipersonales o familiares, autoconsumo y asociativos comerciales), cadenas productivas (articulación de unidades productivas), servicios a la producción (calidad, comercialización, reducción de costos y nuevas tecnologías) y fondos solidarios para el desarrollo.
§        Fortalecimiento institucional. Este componente propicia el apoyo a la consolidación de los Consejos Consultivos como espacio institucional constituidos por actores sociales y económicos relevantes según el entramado de cada territorio, la capacitación de los equipos municipales de gestión socioproductiva local y el intercambio institucional y académico.
§        Asistencia técnica y capacitación. Aportar a la superación de las dificultades de los distintos proyectos en relación al sostenimiento y organización de la actividad productiva.

Según el discurso de las "nuevas políticas sociales", se trata de recuperar la presencia del Estado en su papel de garante del cumplimiento de los derechos humanos y sociales del conjunto de la sociedad a partir de un rol activo y que considere a la sociedad civil como protagonista de su proceso de promoción y no como beneficiaria pasiva de políticas sociales clientelistas y asistencialistas. Para esto es necesario que se considere la participación de los distintos actores de la sociedad civil en la planificación y gestión de las políticas sociales. No pueden perdurar ya, programas estructurados de antemano que "de manera más o menos parecida" da soluciones a situaciones "más o menos parecidas". Hay que darle voz y poder de decisión a los sujetos, individuales y/o colectivos, de las distintas comunidades, que tienen mucho para decir  a cerca de sus problemas y las soluciones viables y/o deseables que pueden y quieren llevar adelante desde sus características territoriales e identitarias.
Nun dice que "los derechos de ciudadanía son deberes que el Estado asume frente a los miembros de la sociedad". Todas las personas tienen derecho a desarrollarse en condiciones dignas de vida. Es el trabajo "decente" lo que nos constituye en personas dignas, siendo la principal forma de afiliación a la sociedad, de asignación de representaciones identitarias y, así, de reconocimiento social. Son estas concepciones las que guían el Plan "Manos a la Obra", el cual se plantea como forma de recuperar la cultura del trabajo y apoyar el desarrollo local; potenciando las capacidades de las personas, los recursos territoriales y produciendo un corrimiento del eje de la mera asistencia al eje de la asistencia más promoción.
La conformación de las cooperativas, apunta precisamente a esto: "la cultura del trabajo solo se adquiere trabajando" (De Lorenzo. Revista Lo social.) y además, que sea en forma cooperativa, apunta a la reconstrucción de la solidaridad y la ayuda mutua, en oposición a los valores impuestos por la lógica del mercado del individualismo y "el sálvese quién pueda" (mercado cuyo objetivo no es la reproducción de la vida de las personas sino la acumulación de capital).
Las acciones del Estado (sus políticas sociales (PP.SS.)) construyen identidades, formas de relacionamiento social y posicionamientos subjetivos, si las PP.SS. tienden a establecer condiciones que posibiliten el trabajo, como lo es el proyecto de conformación de cooperativas, se propiciarán así, identidades ligadas al "ser trabajador".
A partir de la conformación de cooperativas y el incentivo para el inicio de una actividad (otorgamiento de una obra, en este caso un módulo del CIC), el Estado se articula con al sociedad civil a partir de PP.SS. que devuelven al trabajo su función de integrador social. Esto pretende hacerlo desde las realidades territoriales, a partir de sus recursos disponibles, cultura y tradiciones en pos del desarrollo local del conjunto de la comunidad.
Esto marca una diferencia tajante con las PP.SS. neoliberales, que al decir de L. Andrenacci "se fragmentan en intervenciones territoriales singulares, se focaliza en la pobreza y la marginalidad, se especializa en la atención a sujetos y familias en los límites de la supervivencia física, contribuyendo técnicamente a acentuar la segmentación." El modelo neoliberal y sus PP.SS. han ido en dirección de la destrucción de la cultura del trabajo (solo medidas compensatorias ínfimas para los excluidos sin generación de empleo para el conjunto social) y del posicionamiento de los sujetos como "asistidos", "beneficiarios pasivos", "excluidos". Una PP.SS. que apunte a la reconstrucción del trabajo como  integrador social, da cuenta de cierta intención de modificar las formas de relacionamiento social típicas del neoliberalismo.
El Plan prevé apoyo técnico, financiero y capacitación a emprendimientos productivos nacidos en el seno de las distintas comunidades, con sus características particulares. De esta manera, la noción de territorio se constituye en una categoría socio-política en el sentido de la equidad territorial y de las particularidades sociales, culturales, políticas, económicas e identitarias de cada territorio.
La sociedad civil es portadora de intereses, expresados en sus organizaciones sociales (en algunos casos, ya que muchas veces no llegan a constituirse en organizaciones), los cuales el Estado no puede ignorar. De aquí que este Plan (acción estatal plasmada en PP.SS.) no impone qué y cómo deben "hacer" los sectores de bajos recursos, sino que propone su participación activa en la definición de proyectos productivos.
Es en este punto donde estas cooperativas encuentran una limitación, contradicción. En la práctica, las cooperativas de San Antonio de los Cobres han sido conformadas de modo compulsivo, por presión del gobierno municipal:

"estábamos con el plan comunitario o contratados por la municipalidad y nos obligaron a pasar a la cooperativa, salimos en apuro"  (Jorge, crónica de reunión, 29/03/06).  

De los/as asociados/as que figuran en el Acta Constitutiva solo quedan cuatro (4), muchos nunca tomaron su puesto de trabajo y los que actualmente están trabajando fueron incorporados por el municipio. No se han cumplido los mecanismos establecidos por la ley de cooperativas: los que no están no han presentado sus renuncias y los ingresantes no presentaron sus solicitudes de ingreso ni se realizaron las actas del Consejo de Administración aceptando dichas solicitudes (Fuente: Acta constitutiva, Libro de Consejo de Administración, Libro de Asociados).

No han recibido capacitación en los principios cooperativos ni en el manejo administrativo. Esta situación fue corroborada también, a través del Programa Provincial de Cooperativas y PYMES:

 “Una vez armadas las cooperativas, el municipio solicitó capacitación, funcionarios de Nación certificaron la constitución sin el consentimiento explícito de los asociados”;

“La propuesta de Nación es muy buena pero, lamentablemente, su implementación fue un desastre”;

“Nosotros como programa tenemos la obligación de brindar capacitación, pero como a la provincia no le interesan estas cooperativas , no se autoriza la capacitación, pero igual pueden solicitarla, no hay peor gestión que la que no se hace” (Registro entrevista Programa de Cooperativas y PYMES).

A partir del trabajo realizado desde el CIC (Centro Integrador comunitario) con el grupo de las cooperativas, sus miembros decidieron mandar una nota solicitando la capacitación al programa y no obtuvieron, hasta la fecha, ninguna respuesta.
Desconocen a cerca del sistema cooperativo y funcionan como empleados municipales:

"no están claras las reglas, nos pagan todos los meses en la municipalidad, nosotros no manejamos dinero"  (Calpanchay, crónica de reunión, 29/03/06). 

Reciben el dinero a modo de sueldo y en la proporción establecida como si fueran 16 asociados.
Para la conformación y posterior funcionamiento no se han seguido los principios cooperativos:
La Alianza Cooperativa Internacional define a un Cooperativa como: “Una asociación autónoma de personas que se han unido voluntariamente para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes por medio de una empresa de propiedad conjunta y democráticamente controlada”
En esta definición se toman los siete principios cooperativos establecidos y desarrollados por los creadores y seguidores de este sistema:
1.                 Membresía abierta y voluntaria.
2.                 Control Democrático de los miembros
3.                 Participación económica de los miembros
4.                 Autonomía e Independencia
5.                 Educación, entrenamiento e información
6.                 Cooperación entre cooperativas
7.                 Compromiso con la comunidad
En síntesis, tenemos, siguiendo los principios cooperativos: 1. conformación compulsiva, 2. control municipal, 3. irregularidades en el estatuto de los miembros y por lo tanto es irregular la participación económica, ya que además no tienen el control de este aspecto, 4. no poseen las herramientas ni capital social suficiente para ejercerla, 5. nunca han recibido capacitación ni información (se está trabajando sobre esto), 6. y 7. al no estar constituidas aún como reales cooperativas, no es posible el desarrollo de estos dos últimos principios.
En estas condiciones se dificulta el desarrollo de procesos que tiendan a su autonomía y no están participando de forma protagónica en la planificación y puesta en marcha de las PP.SS. que los está teniendo como objeto. Esto va en sentido contrario a los postulados de la "nueva política social". La limitación, entonces, estaría dada en este caso y en un nivel mucho menos inmediato, por las relaciones de patronazgo y casi coloniales presentes en la estructura social del lugar y que se cristalizan en el poder político de turno. A esto se le suma una tradición asistencialista y clientelista sumamente arraigada.
La "nueva política social" tiene por objetivo, a diferencia de las políticas sociales neoliberales que tenían como objetivo la atención exclusiva de la "población excluida", la de asegurar la integración de los sectores vulnerables a la sociedad. Esto lo vemos concretizado en el proyecto de conformación de las cooperativas, que refleja una ética práctica "donde el empleo resulta ser el mejor integrador social" (2° apunte del módulo de PP.SS., pág. 4). Con este proyecto, se ve al Estado cumpliendo su rol de manera activa e intentando demostrar su compromiso político con el desarrollo de los grupos y zonas más desfavorecidas a partir del trabajo colectivo: permite que los desocupados se junten en torno a un proyecto común, que lo hagan a partir de la solidaridad, la democracia y la ayuda mutua (valores cooperativos) y los apuntala dándoles inicialmente una obra para que vayan fortaleciéndose e ir en camino de su autonomía. Esto resulta contradicho por la remuneración que reciben estos trabajadores por su trabajo, el cual les implica entre 8 y 12 horas diarias. El pago es de $400 al mes, lo que podríamos calificar de “mano de obra barata del Estado”. Sin embargo, a pesar de las dificultades, los partícipes en el proyecto expresan:

“queremos seguir siendo cooperativa pero teniendo más independencia” (asociado, registro de entrevista 07/06/06)

"Estado, derechos y sociedad civil son realidades que no deberían pensarse aisladamente unas de otras, sino más bien en su permanente retroalimentación. Asimismo, es necesario vincularlas con lo que podríamos llamarlas "partes activas" que les dan sentido concreto y por las cuales se manifiestan: políticas públicas, ciudadanía, grupos sociales." (módulo de Políticas Sociales, pág. 12). En el caso que nos ocupa tenemos, como partes activas, que la política social es la de generar las condiciones de accesibilidad al empleo; en cuanto al ejercicio de ciudadanía, es un largo camino a recorrer, y aquí se evidencia esto de "procesos de construcción social en permanente retroalimentación", la integración social por medio del trabajo va en camino de favorecer que los sujetos se posicionen como ciudadanos.
Una dirección política determinada hará que las identidades ciudadanas aparezcan como "ausentes/invisibles o presentes/visibles" (módulo de política social) (y toda la gama posible entre uno y otro estado de acuerdo al momento histórico del cual se trate). Las cooperativas podrán constituirse como grupo social en la medida también que cada uno de sus integrantes acreciente su compromiso con su propio proceso de promoción social.
Las políticas sociales son un modo de articulación entre Estado y sociedad civil. En este caso, se encuentra un Estado con intención de mantenerse "presente" en cuanto a su responsabilidad por medio de una política social que corre el posicionamiento de los sujetos del lugar del beneficiario pasivo y excluido socialmente, hacia el de sujetos protagonistas de su acción para la integración social. En esta línea Daniel Arroyo dice, a cerca de distintas experiencias involucradas en el Plan "Manos a la Obra",: "[estas experiencias facilitan] la autonomía de las personas y [constituyen] lazos de solidaridad y cooperación. Esto contribuye, a su vez, a generar ciudadanía en las personas involucradas, no solamente como un instrumento de reducción de la pobreza; sino también como un espacio generador de inclusión social a través del trabajo".
De acuerdo con José Luis Coraggio, la situación actual exige políticas socioeconómicas. En el Documento institucional del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación "Experiencias socioproductivas del Plan Nacional Manos a la obra. 2005" dice: "es necesario instalar en la agenda pública [un] abordaje que vincule lo social y lo económico incorporando a todos los actores de tipo público y privado." En este sentido, el proyecto de la cooperativa se inserta en este punto desde la categoría "trabajo". El desafío será las formas en que éstas puedan vincularse con otros actores, no solo con el Estado, sino con actores del sector privado, para dar continuidad al proceso iniciado.
La conformación de las cooperativas muestran que la acción del Estado va en la línea de generar condiciones para la inclusión social por medio del trabajo, dicha acción se realiza del lado de los sectores populares que se encuentran en dificultades para la reproducción de su propia vida. Pero, ¿cuáles serán las condiciones para la continuidad de este tipo de proyectos en el marco de las relaciones capitalistas de producción? "Las políticas de desarrollo local suponen la implementación previa de políticas ligadas a la promoción social y al desarrollo productivo, así como también un entramado institucional y de actores locales que incorpore al sector privado (comerciantes, pequeñas empresas, cámaras y asociaciones empresariales y de productores) así como a la sociedad civil." (Documento institucional del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación "Experiencias socioproductivas del Plan Nacional Manos a la obra. 2005". pág. 13), de esta cita surge el interrogante de cuáles serán las acciones de los gobiernos (nacional, provincial, municipal) en relación con el sector productivo privado para que se realice un real desarrollo productivo que habilite a la incorporación económica de las cooperativas de trabajo. La acción no debe apuntar solo a los sectores populares desafiliados, sino también a las relaciones de producción mismas para que la inclusión sea posible.
Esta es otra limitación que se encuentra en este proyecto, su futura inserción en el mercado en forma autónoma. Por un lado, por la labilidad con que estas cooperativas se han conformado (desde el CIC se viene trabajando en su fortalecimiento y capacitación), y por otro, porque el mercado está regido por las leyes del sistema capitalista, donde se dan condiciones de favorabilidad a las grandes empresas y de desfavorabilidad a los pequeños grupos autónomos. Para que las cooperativas se mantengan en un lugar de inclusión es necesario que el Estado facilite algunas condiciones materiales. Una acción positiva a su vinculación a la economía formal es la creación del Registro de efectores de desarrollo local y la economía social: "Entre los beneficios más importantes que recibe el sujeto, es la incorporación a un régimen de Monotributo social, lo que significa vincularlo positivamente a la economía formal promoviendo su integración socioeconómica. Esta integración también se realiza en el ámbito previsional, ya que se considera como trabajado el período de permanencia en el registro. También, este nuevo régimen permite a los beneficiarios incorporarlos a una obra social a través del abono de un costo mínimo. [...] existe la posibilidad de convertirse en proveedores del Estado y recibir asesoramiento y asistencia técnica" (Lineamientos de PP.SS., pág. 34).
Las cooperativas de San Antonio de los Cobres, nunca han sabido de qué se trata esto:

"nunca nos dijeron de ningún registro" (Llampa, crónica de reunión, 30/05/06),

nunca han recibido capacitación, asesoramiento o asistencia técnica:

"no sabíamos de albañilería, aprendimos con este trabajo, sobre la marcha"  (Domingo, crónica de reunión, 29/03/06),

"necesitamos capacitación en lo administrativo"  (Jorge, crónica de reunión, 07/06/06).

La pregunta sería cuál será el alcance de ese registro de efectores y cuál será la capacidad de cada grupo para sostenerse en un lugar de inclusión. Dependerá también de cuáles acciones se lleven acabo desde el gobierno nacional y en cada localidad en lo que respecta a la política económica y el desarrollo productivo.
Las manifestaciones del Estado son consecuentes con el proyecto de sociedad que un determinado gobierno intenta llevar adelante. Los modos de articularse con diferentes sectores o instancias de la sociedad están en relación a la visión del mundo imperante; entre esos sectores sociales pueden establecerse conflictos, de acuerdo a los propios intereses, por imponer la visión del mundo que resulte más beneficiosa a uno u otro sector (lucha de intereses). El Estado no es un elemento estático sino que puede transformarse o mantenerse de acuerdo a la resolución de dichos conflictos, plasmándose así un determinado proyecto de sociedad.
Como se dijo anteriormente, la sociedad civil es portadora de intereses, expresados en sus organizaciones, los cuales el Estado no puede ignorar. Es por eso que para que los intereses de la sociedad civil se vean contemplados en las acciones estatales (políticas públicas), es necesaria su articulación por medio de la participación activa de los sujetos en la planificación, ejecución, monitoreo y evaluación de las mismas.
Son los integrantes de las cooperativas los que deberán ir "tomando el sartén por el mango" y responsabilizarse de su propio destino, del desarrollo de su situación, a la par de un Estado que se responsabilice de su papel de garante del cumplimiento de los derechos ciudadanos.

El proyecto de conformación de las cooperativas relaciona "desarrollo local - economía - sociedad civil" en contraposición a la relación "mercado - sociedad civil". La diferencia entre una y otra relación es el sustrato ideológico. "Mercado - sociedad civil" prioriza el beneficio individual, la acumulación de capital y las relaciones mercantiles entre sujetos por sobre cualquier otro tipo de relaciones; el otro relacionamiento plantea mecanismos de inclusión social y redistribución de la riqueza desde las potencialidades territoriales sumando los diversos modos de relacionamiento social.
Las políticas sociales reflejan el modelo de sociedad que se pretende construir. Para que una sociedad tenga espacio para todas y cada una de las personas, exige intervenciones que impacten en el conjunto de sus comunidades, que favorezca un desarrollo amplio donde todos puedan incluirse de alguna manera (políticas sociales masivas). "Esto significa que la  política social debe articular proyectos, ideas y programas con el sistema productivo, en el marco de un modelo que priorice la inversión productiva, la obra pública, el empleo, un impacto territorial y una distribución más equitativa de los ingresos." (Documento institucional, Lineamientos de PP.SS., pág. 12).
El proyecto de cooperativas, se ha llevado adelante en San Antonio de los Cobres, sin la participación del grupo (perteneciente a los sectores populares) en sus diferentes etapas (salvo el trabajo de sus asociados en el período de ejecución). Esto tiene que ver con la falta de equipos técnicos que faciliten la implementación de estos proyectos y que viabilicen en los territorios los lineamientos de las PP.SS., y con cuestiones de índole económica de la región que no son tema de este trabajo pero que tienen que ser tenidos en cuenta al momento de planificar políticas sociales que más que escindidas de lo económico son funcionales al modelo hegemónico. Mínimamente es necesario empezar a incluirlos en la evaluación que se haga del camino recorrido hasta este momento, en la definición de objetivos, en la planificación de acciones del camino a seguir y la incorporación de recursos humanos indispensables; no se trata solamente de una mala o buena implementación de un brillante diseño de PP.SS, sino de decisiones políticas que impliquen cambios estructurales de la sociedad si se quiere empezar a hablar de lograr la reconstrucción de un país inclusivo para todos y todas.

Conclusión

Desde distintos modeles de Políticas sociales se acude al concepto de participación como eje central de las mismas, apelando a la importancia de que la comunidad sea capaz de organizarse y protagonizar sus propios procesos de cambio. Para poder comprender qué es lo que se pretende a partir de la instalación de estos discursos hay que buscar en los contenidos ideológicos que sustentan a dichos conceptos. La comunidad como eje de intervención aparece en América Latina en la década del ’50 con el modelo desarrollista. El desarrollo de la comunidad fue una estrategia vinculada al poder hegemónico de EE.UU ante el auge de los procesos revolucionarios en la región. Presupone la participación de la comunidad para que abandone sus componentes tradicionales (considerados como obstáculos al desarrollo) como condición necesaria para su promoción económica y social dentro del sistema capitalista. Más tarde, con el advenimiento del modelo neoliberal, encontramos en sus documentos de políticas sociales, la utilización del concepto de participación para justificar el corrimiento del Estado como garante de los derechos sociales y responsabbilizar individualmente a los sujetos de sus dificultades en la satisfacción de sus necesidades, otra vez legitimando la reproducción del sistema capitalista. Como continuidades se encuentran el potencial de la comunidad para el desarrollo a través del incremento de su capital social y/o empoderamiento y los planteos de articulación Estado – Comunidad; en el desarrollismo el Estado aportaba los recursos financieros y la Comunidad los recursos humanos y en el neoliberalismo se plantea un modelo asociado de gestión entre Estado – ONGs – Comunidad, vía la participación en la ejecución de programas y proyectos. Como rupturas puede señalarse el contexto socio – histórico, en las décadas ‘50/60 el ideal de proyecto nacional a alcanzar era la industrialización y los sectores populares habían alcanzado un alto nivel de organización que los posicionaba favorablemente para la negociación de sus intereses; en cambio en los ’90 se destruye el ideal de un proyecto nacional independiente y en los sectores populares se provocan procesos de fragmentación social e individualización que socavan sus capacidades de negociación. En la actualidad, los discursos de legitimación del sistema plantean una suerte de redescubrimiento del Estado en su papel de garante de los derechos sociales, como necesario corrector de las “fallas” del mercado y como motor de un desarrollo con “integración social”, siempre dentro del sistema capitalista. Como contexto social se encuentran establecidas barreras de contención a los “excluidos” en el marco de la consolidación de un modelo asistencial masivo y la naturalización del precariado laboral que mantiene la poca capacidad de negociación del sector trabajador. Estos nuevos discursos, que versan alrededor de conceptos tales como justicia social, equidad o “fracaso” del neoliberalismo son parte de las estrategias de los sectores dominantes para la reproducción de las relaciones sociales. De todas formas, no puede dejar de reconocerse que ante las extremas condiciones de existencia y reproducción de la vida cotidiana de la amplia mayoría de los sectores populares, “cualquier cambio en las políticas puede tener resultados visibles en lo inmediato” (Stolowicz B.) cuando se trata de la vida de las personas, pero el problema de fondo deja de ser una adecuada o inadecuada implementación de políticas sociales si estas “no forman parte de un proceso de modificación de las relaciones de poder entre dominantes y dominados en que se sustenta el orden social y económico actual” (Stolowicz B.).


Bibliografía:
¨      Álvarez S. Políticas de desarrollo socail, transformaciones y paradojas. (2000) Eudeba. Bs. As.
¨      Andrrenacci L. Miserias de la política social argentina. (2001) Bs. As.
¨      Borón A. Estado, Capitalismo y democracia en América Latina. (1997) UBA Bs. As.
¨      Castel R. La metamorfosis de la cuestión social. (1997) Paidos. Bs. As.
¨      Coraggio J. Articulación entre Política económica y Política social. (2002) 1º congreso de políticas sociales.
¨      Documentos institucionales del MDS de la Nación (2006) Bs. As.
¨      Stolowicz B. América Latina: estrategias dominantes ante la crisis. Sin datos.